Esperar al autobús no suele ser del agrado de nadie y, con 36 grados, todavía menos. Es lo que ha pasado este martes en la tercera jornada de paros de la última convocatoria de huelga de los trabajadores del autobús urbano de Zaragoza programadas desde las 12.30 hasta las 16.3 horas los martes y jueves.

Desde el comité de empresa denuncian que, sin previo aviso, se ha suspendido parte del recorrido de la línea 38. Afecta al último tramo de la ruta, a las últimas paradas, con poca afluencia. Aún así, los representantes de los trabajadores han preguntado a la concejala de Movilidad, Natalia Chueca, si ha autorizado este cambio y a qué se debe.

Según la empresa, la decisión se ha adoptado por operatividad y solo afecta a una parada con "escasa afluencia". Explican que se ha decidido que retome el camino en el sentido contrario antes de llegar a cocheras para evitar que se amplíen todavía más las frecuencias y para minimizar el atasco que se genera en cocheras durante el inicio de los paros, cuando coinciden todos los autobuses que se suman a la huelga. Esta medida que ahora ha sido denunciada por el comité se adoptó el primer día de paros.

Lo han hecho hoy, después de que la dirección de Avanza Zaragoza diera de la orden de no realizar ese tramo a los conductores de esta línea, según el comité.

Un día más se han producido retrasos en los autobuses consecuencia de los paros y pese a los elevados servicios mínimos, según el comité, que el consistorio decreta con el fin de garantizar la distancia entre los usuarios.

El próximo lunes, el alcalde, Jorge Azcón, se reunirá con los representantes de los trabajadores del transporte público con el ánimo de dar un giro a esta huelga que empezó el 5 de enero en el tranvía y un mes más tarde en el autobús.