La biorrefinería de basura y lodos que construirá Urbaser en Zaragoza tratará entre el 20% y el 30% de la materia orgánica generada en la ciudad. Se trata de la primera planta de residuos sólidos urbanos (RSU) de Europa a escala industrial capaz de valorizar la fracción orgánica (restos de comida, principalmente) y lodos provenientes de una depuradora de aguas residuales para obtener productos de alto valor para la industria. La instalación costará 23 millones de euros, de los que 15 serán sufragados con una ayuda de la Comisión Europea
Tras la firma del convenio de colaboración entre el alcalde, Jorge Azcón, y el consejero delegado de la compañía, José María López Piñol, en el Centro de Tratamiento de Residuos Urbanos de Zaragoza (CTRUZ), el primer edil ha destacado la importancia que tiene para la ciudad que la Comisión Europea haya elegido a la capital aragonesa para impulsar este proyecto con el que se pretende aprovechar los residuos que se generan rentabilizando su reciclaje y transformación.

Este proyecto forma parte de la estrategia impulsada por el consistorio para conseguir que la capital sea una ciudad neutra al reducir las emisiones y recuperar los residuos. Según ha explicado el primer edil, el objetivo pasa por conseguir reducir los gases contaminantes entre un 50% y un 55% de cara al 2030 a la vez que Zaragoza se convierte en un referente, “en un hub de innovación”, de la mano de Urbaser, que ha desarrollado la tecnología que ahora se va a testar.
Según ha explicado el director de Innovación de Urbaser, Eduardo Fernández, esta planta, que empezará a construirse en el 2022 en las instalaciones del centro de I+D+i de Urbaser Alfonso Maílo y en el CTRUZ, “podría llegar a tratar entre un tercio y una quinta parte de la materia orgánica que se produce en la capital y obtener como resultado materiales bio”.
Una de las principales novedades del proyecto es que se tratará de obtener grafeno y coberturas de carbono de tipo diamante (para usos como revestimientos de piezas industriales) a partir del biometano (metano de origen biológico). Además, se podrán producir fertilizantes de mayor calidad, bioplásticos y otros productos intermedios como por ejemplo proteínas, estruvita, sales de amonio y bioestimulantes algales. Fernández ha explicado que en 14 meses se podrán incorporar los nuevos equipos para arrancar el proyecto y entre 18 y 24 meses obtener los primeros resultados.
El consejero delegado de Urbaser, José María López Piñol, ha explicado que a día de hoy se desconoce la rentabilidad que pude ofrecer esta biorrefinería porque es ahora cuando “se va a dar el salto a nivel industrial y será cuando se pueda valorar”. Para que tenga éxito será esencial que el consistorio instale el quinto contenedor (el marrón, para restos orgánicos) en toda la ciudad ya que Urbaser se nutrirá de esta basura para poder ejecutar su tratamiento y aprovechamiento. Todavía no hay fecha para que el ayuntamiento comience con esta tarea ya que dependerá del futuro contrato de Limpieza de la ciudad, cuyos pliegos todavía no han salido a licitación.
Zaragoza reciclo el año pasado el 50% de todos los residuos generados. Una cifra que supera la media a nivel nacional, situada en el 33,9%.