El Tubo de Zaragoza mantiene el tirón de siempre. El de antes de la pandemia. Sus tapas, sus cañas y el ambiente que se crea cada fin de semana lo convierten en un lugar especial. Porque El Tubo suena a jolgorio, a fiesta, a amigos. Pero no es oro todo lo que reluce y sus hosteleros son conscientes de que le haría falta un lavado de cara o, al menos, que se mejorase la limpieza de sus estrechas calles.

Desde la Asociación de Hosteleros de El Tubo consideran que habría que reforzar la limpieza, sobre todo los fines de semana. En realidad es una responsabilidad coral, de los propietarios, de los usuarios que dejan escapar las servilletas de papel mientras corretean por el suelo víctimas del viento, y especialmente, del consistorio que, a través de la contrata de Limpieza asume la tarea de dejar como nuevas sus calles. El servicio de barrido se hace en turnos de mañana y tarde, de lunes a domingo, y se intensifican las acciones de baldeo durante el fin de semana para evitar, también, los malos olores.

Pero la hora elegida no es la más acertada, al menos para los hosteleros. «Nosotros solemos limpiar todo antes de abrir al mediodía pero como el suelo está mojado porque acaban de pasar las máquinas, al entrar los camareros arrastran el agua de la calle», se quejan. Y es que nunca llueve a gusto de todos.

Uno de los problemas a los que se enfrentan es la proliferación de ratas y cucarachas que habitan en los edificios abandonados de la zona, como el de la calle Estébanes con José Pellicer. Es privado y lleva años cerrado, acumulando suciedad. Una residencia ideal para los roedores e insectos que acaban asomándose por los locales en busca de alimento. En este caso, desde la Asociación de Hosteleros aplauden la rápida actuación municipal. El Instituto de Salud Pública del ayuntamiento actúa cada vez que recibe un aviso.

El edificio de la calle Estébanes es un nido de suciedad. | JAIME GALINDO JAIME GALINDO

Ya en el exterior, en sus calles, los titulares de los bares reclaman más limpieza y más facilidades para reciclar. Antes del covid, el consistorio puso en marcha un servicio de recogida de vidrio puerta a puerta que se suspendió porque los bares tuvieron que cerrar sus puertas. Según informaron desde Servicios Públicos están estudiando cómo retomarlo, porque hay locales que han echado la persiana. Respecto al reciclaje de cartón, desde el consistorio recuerdan que pueden sacar todo el material a las calles don Jaime I, Alfonso y a la plaza España a partir de las 21.00 horas

Los grafitis de las paredes también generan opiniones varias, porque para muchos forman parte del espíritu de El Tubo, de su esencia, y para otros generan una imagen de degradación, de suciedad.

Los solares reconvertidos en terrazas son otra seña de identidad. Su rollo berlinés tiene tirón, sobre todo ahora que el covid invita (y obliga) a disfrutar el ocio al aire libre. Sin embargo, algunos de los hosteleros reclaman que se ejecute la plaza proyectada en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de la calle Estébanes, en un solar copado por sillas y mesas. Ahora algunos hosteleros vuelven a abrir el debate: ¿Plaza (mini) vs. Velador?