El agujero económico en el transporte público de Zaragoza como consecuencia de la pérdida de usuarios sigue creciendo. A los 20 millones de 2020 habrá que sumar otros 16 correspondientes a este ejercicio. Estas son las previsiones que hacen desde el área de Movilidad, que estiman recuperar de forma lenta y progresiva la confianza de los viajeros y cerrar el año con un 70% de los viajeros alcanzados en 2019 hasta alcanzar 86 millones de pasajeros. Son 37 millones menos de los que se registraron antes de la pandemia y de que los usos del bus y el tranvía cayeran en picado, hasta un 90% en los meses de confinamiento.

Los datos son algo más alentadores que los de 2020, cuando las pérdidas se cuantificaron en 20 millones. En total, la crisis sanitaria habrá generado un agujero económico en el transporte público de 36 millones y en solo dos años.

La crisis sanitaria ha modificado los hábitos de los ciudadanos y el consistorio tendrá que adaptar su oferta a esta realidad. Cada vez se producen más desplazamientos a pie, en bici, en patinete eléctrico o en vehículos compartidos, y menos en bus y en tranvía. El teletrabajo, las clases online en las universidades y el aumento de las compras por internet también influyen en que la demanda sea menor.

Cambios que provocarán que la recuperación o la vuelta a la normalidad en el transporte no signifique volver a cifras de 2019, por que la demanda ya no va a ser la misma.

Según las previsiones del área de Movilidad, el bus y el tranvía transportarán a lo largo de este año 37 millones de pasajeros menos que en 2019, cuando se alcanzaron los 123, de los que 94,1 correspondían al bus y 28,8 al tranvía. Estas cifras no se alcanzarán este año y difícilmente en los próximos.

Entre el 1 de enero y el 31 de mayo se han registrado ya 33,4 millones de viajeros, que representan un lento crecimiento respecto a 2020. En enero la demanda fue del 57,4% en comparación con el mismo mes de 2019; en mayo, del 64,1%. Esta tendencia hace prever que a final de año se habrá alcanzado el 70%, es decir, que la pérdida de pasajeros será del 30%. El año pasado fue del 56,9%.

Por poner ejemplos. El pasado lunes, el autobús transportó a 222.835 personas. El mismo día de 2020 fueron 152.905 y en 2019 alcanzaron las 303.080. En el Urbos 3 viajaron hace una semana 67.568 personas. Un año antes lo hicieron 42.821 y en 2019 fueron 94.444.

Consecuencias

Esta reducción tiene graves consecuencias económicas para las arcas municipales. En el caso del bus, el ayuntamiento paga por cada kilómetro que recorren los vehículos, independientemente de que haya más o menos pasajeros. Los autobuses de Avanza han seguido circulando con normalidad, pese a la caída de la demanda, y esto va a provocar unas pérdidas de 13,5 millones de euros en 2021, a los que hay que sumar los del tranvía.

Desde la concejalía de Movilidad calculan que la caída de ingresos a final de año ronde entre los 4 y los 5 millones en el Urbos 3. En este caso, el consistorio comparte con la Sociedad Mixta de Los Tranvías las pérdidas, y la ciudad tendrá que asumir dos millones. Es decir, que Zaragoza despedirá el año con un agujero en el transporte de 15, 6 millones.

Ayudas

El alcalde, Jorge Azcón, ha reclamado hasta la saciedad al Gobierno de Pedro Sánchez ayudas para hacer frente a estas pérdidas. La subvención extraordinaria por los efectos del covid en el transporte público que se le ha asignado a la capital aragonesa se eleva hasta los 23 millones que permitirán cubrir las pérdidas del año pasado y un pellizco del actual ejercicio.

Una cifra insuficiente para el ayuntamiento a tenor de sus previsiones. Esta reducción en el transporte público influirá en la futura reordenación de las líneas de bus que el equipo de Gobierno de PP-Cs debe afrontar.