Es el nuevo icono de Zaragoza. La estructura floral de la Virgen del Pilar de cuatro metros de altura ya luce en plena Gran Vía, a la altura del cruce con la avenida Goya, y ya está preparada para ser víctima de los selfies. De acero galvanizado, pesa unos 6.000 kilos, unos 2.000 en vacío, y el consistorio quiere que vaya recorriendo los barrios de la capital aragonesa. 

El diseño original de esta Virgen a gran escala fue realizado por Monge Joyeros, de Zaragoza, que ha cedido los derechos al ayuntamiento para que realice una reproducción de grandes dimensiones y convierta su obra de arte en la nueva imagen de la ciudad.

El alcalde, Jorge Azcón, ha descubierto junto a la concejala de Servicios Público, Natalia Chueca, la estructura frente a un nutrido grupo de personas que, móvil en mano, ha retratado el momento. Tras unos aplausos espontáneos, el primer edil ha explicado que la imagen que hoy se luce en Gran Vía forma parte del proyecto del Gobierno de PP-Cs de embellecer la ciudad. “Tenemos que hacer más bonita a Zaragoza”, ha señalado. El primer edil, que ha insistido en que la Virgen del Pilar trasciende lo religioso y se identifica con la ciudad, ha explicado que la estructura va a ser itinerante y que su próxima parada será el entorno de la plaza del Pilar, coincidiendo con el 12 de octubre y la tradicional ofrenda de flores. Después seguirá su ruta en paralelo al eje del tranvía con la vista puesta ya en el barrio del Actur.

La construcción de la estructura de cuatro metros de altura le ha costado a las arcas municipales 10.000 euros, mientras que la ornamentación floral está incluida en el contrato con Flores Aznar.  En la parte interior de toda la pieza se ha colocado un aislante térmico para minimizar el recalentamiento del sustrato y dispone de un sistema de riego en el interior. En su interior hay 500 unidades de flor de temporada en una combinación multicolor a base de ocho especies, que variarán según el momento del año. Ahora mismo florecen petunias surfinias, calibracoas, geranios crispun, lantanas, dimarfotecas, egonia big, verbenas y kalndibas.

La idea de reconvertir la también conocida como “Virgen de Monge” en un nuevo icono parte del Servicio de Parques, Jardines e Infraestructuras Verdes, que propuso crear un elemento floral singular de referencia para Zaragoza, enmarcado en el plan de intervenciones florales que se está realizando desde el pasado año. Para su concepción y se ha contado con la participación de la empresa Flores Aznar. 

El consistorio quiere convertir a Zaragoza en la ciudad de las flores y lleva meses empleándose a fondo para conseguirlo. Prueba ello es el Parque Grande José Antonio Labordeta, que luce más colorido que nunca y que ha sido escenario del festival ZGZ Florece