La presencia de gaviotas en Zaragoza es una realidad desde hace varios años, sobre todo desde que en la Expo se construyera el azud en el Ebro que calmó las aguas del río y creó un “pequeño mar” y un ecosistema ideal para que comenzaran a reproducirse, explican desde SEO Birdlife. Estas aves, típicas de las zonas costeras, no generan por el momento problemas de gravedad, pero los vecinos de algunos barrios de Zaragoza han emitido quejas por las molestias que generan sus graznidos. “En cuanto se despiertan a las 6.00 de la mañana ya no pegamos ojo”, lamenta Marisol Pardos, de la asociación vecinal de la Puerta del Carmen.

Según constata ella y otros vecinos del entorno, las gaviotas (hasta 14 ha contado Pardos) han anidado en el tejado del antiguo colegio Jesús y María, que está entre las calle Cortes de Aragón y la avenida Goya y que está abandonado. “Hace años ya que vi la primera pareja, pero han criado y cada vez hay más y este año parece que hay más polluelos. Cuando llegan al nido por la noche empiezan a chillar y por la mañana cuando amanece otra vez”, explica esta vecina, que asegura que el ruido impide descansar a algunos habitantes de la zona.

Además, también generan suciedad con las excreciones, aunque al vivir en un solar abandonado el perjuicio no es demasiado notable. Por esta cuestión y por las molestias que provocan estas ruidosas aves, desde la Asociación de Vecinos de la Puerta del Carmen se elevó la queja a la Junta de Distrito, la cual se puso en contacto, cuenta Pardos, con Servicios Públicos. Todavía no han obtenido respuesta. “No sabemos muy bien qué se puede hacer o si van a hacer algo”, reconoce.

Además del entorno del colegio Jesús y María, otra de las zonas donde se ha constatado la presencia de nidos es en el recinto de la Expo, donde en alguna ocasión ya han actuado contra estas aves.

La presencia de estas aves en la ciudad, explica Luis Tirado, de SEO Birdlife, no resulta perjudicial, si bien existen algunas repercusiones. “Si la colonia se hace muy grande pueden desplazar a otras aves, como urracas y jilgueros”, dice este experto, aunque ese fenómeno no se ha dado –o no se tiene constancia del mismo- en Zaragoza. Tirado además niega que esta especie pueda ser peligrosa para los humanos: “Se han visto vídeos de gaviotas atacando a humanos. Pero es un vídeo por las miles de gaviotas que existen. No son agresivas, pero sí que son atrevidas y muy territoriales, por lo que si te acercas a un nido no se van a ir, aunque tampoco te van a picar”, asegura. No obstante, estos animales pueden optar “por defecarte encima” como forma de defenderse.

Por el contrario, la presencia de gaviotas puede resultar “a priori” beneficiosa porque al ser carroñeras, se deshacen de la materia orgánica sobrante y porque si pescan suelen alimentarse de especies acuáticas invasoras, como el cangrejo americano.

Desde SEO Birdlife desconocen, asimismo, que tal y como aseguran los vecinos había gaviotas viviendo en el entorno de la Puerta del Carmen. “En la naturaleza pueden criar en el suelo o en acantilados pero en las ciudades, como plan B, muchas veces anidan en los tejados. Buscan tranquilidad y sitios poco frecuentados”, explica Tirado, que asegura haber avistado estas aves volando por zonas céntricas de la ciudad, seguramente cuando se desplazan desde donde duermen a donde se alimentan

2.000 gaviotas en invierno

Con respecto a la evolución que puede tener esta especie en Zaragoza, Tirado opina que, “en los próximos cinco o diez años” es factible que el número de ejemplares se estanque y no lleguen a ser un problema de gravedad, más allá del ruido que generan las parejas ya asentadas. Esto es debido, cuenta el experto, a que Aragón deberá reciclar, a partir del año que viene, por lo menos un 50% de la materia orgánica de los vertederos, lo que restará oportunidades a las gaviotas a la hora de alimentarse.

“Hasta ahora se lo habíamos puesto en bandeja. Hasta el 2008 había una población muy puntual de gaviotas en Zaragoza que pasaba desapercibida pero cuando se construyó el azud en el Ebro hubo una colonia que se asentó y empezó a reproducirse. Además, la mala gestión de la materia orgánica en los vertederos ha hecho que dispusieran de toda la comida que necesitan”, cuenta tirado. En la ciudad hay dos especies de esta ave: la reidora, más pequeña y que emite un sonido similar a una risa; y la patiamarilla, que es más grande y que grazna en un tono elevado. “Es la misma que encontraríamos en Peñíscola o en Salou”, dice. 

Según los datos de SEO Birdlife, la colonia de cría de gaviotas en Zaragoza es de unos 40 ejemplares y habrá «unos 15 nidos o más». No obstante, en invierno la población flotante sube hasta las 2.000 aves, que duermen en los antiguos depósitos de Casablanca. 

Carroñeras, pero también comen polluelos

Las gaviotas son un animal carroñero, es decir, se alimenta de todo tipo de restos, tanto animales como procedentes de la basura y los restos y comida de los humanos. En las playas es habitual verlas acercándose a las personas para hacerse con sus alimentos. No obstante, estas aves también pescan y en Zaragoza les gustan las especies acuáticas invasoras. No comen otras aves adultas pero sí que cazan polluelos de paloma, urraca u otros pájaros cuando estos son todavía pequeños.