Los tres grupos de la oposición de izquierdas en el Ayuntamiento de Zaragoza -PSOE, ZeC y Podemos- han solicitado la reprobación del alcalde, Jorge Azcón, tras publicarse que no se inhibió en la votación de dos expedientes urbanísticos en los que estaban involucrados miembros de su familia. La información, recogida en la web de Público, apunta que el pasado 24 de mayo el Gobierno de la ciudad aprobó de forma inicial sendos expedientes de reparcelación urbanística, uno que incluía un pequeño terreno propiedad de los padres del primer edil y otro que contaba con la participación de su hermano, arquitecto de profesión, encargado de redactar el proyecto de reparcelación que se votaba. Ambos salieron adelante por unanimidad y con el voto favorable de Azcón.

Por ello, la oposición de izquierdas llevará una moción al pleno ordinario del próximo 2 de julio en la que no solo piden la reprobación, sino que solicitan también que se constituya una comisión especial de investigación sobre estos expedientes urbanísticos y que la asesoría jurídica y el secretario emitan sendos informes sobre las consecuencias jurídicas de esta actuación. La portavoz municipal socialista, Lola Ranera, ha calificado de "muy grave" esta situación por los "intereses muy claros de familia" que hay en ambos expedientes urbanísticos.

En este sentido, ha aludido a la "dilatada" experiencia de Azcón en el Ayuntamiento de Zaragoza, que le ha hecho ver numerosas situaciones en las que concejales se han inhibido en determinadas votaciones. En este sentido, ha subrayado que la abstención o inhibición del alcalde era "obligatoria" tanto por una cuestión estética y ética como por el cumplimiento de la Ley de Ética e Integridad Pública de Aragón y de otras muchas leyes a nivel nacional y autonómico, que exigen la inhibición cuando hay involucrados familiares de hasta un cuarto grado de consanguinidad.

Por su parte, el portavoz de ZeC, Pedro Santisteve, ha sostenido que se está produciendo una colisión de intereses "grave" y "flagrante" y lo ha relacionado con los dos años de "urbanismo a la carta" que, a su juicio, llevan promoviendo PP y Cs en el consistorio zaragozano. El exalcalde ha considerado que lo ocurrido con estos expedientes es una "triste noticia" en un momento en el que creían que estaba terminando la corrupción en el país, pero ha añadido que es "la tónica que siempre ha desplegado el PP": un gobierno "soberbio", que niega la participación de la ciudadanía y que antepone los "pelotazos privados" a mejorar la vida de los barrios.

Desde Podemos, Fernando Rivarés ha asegurado que "el alcalde y su Gobierno han cruzado una línea roja que no podemos consentir ni callar" y ha opinado que, "como mínimo", el alcalde debería haberse abstenido en la votación. A su juicio, no se inhibió "porque le puede la soberbia" y, en consecuencia, ha entrado "abierta y conscientemente" en un conflicto de intereses que demuestra que únicamente está gobernando para los suyos, que son "su familia, los ricos, los privilegiados y unos pocos apellidos conocidos de la ciudad".

En contraste con la oposición de izquierdas, el portavoz municipal de Vox, Julio Calvo, ha optado de momento por la "cautela" al conocer la información, que ha considerado, no obstante, "interesante".

Azcón niega la intencionalidad

Por su parte, el alcalde Jorge Azcón ha comparecido ante los medios para dar respuesta a los ataques de la izquierda. El regidor se ha defendido y ha afirmado que desconocía que sus padres tenían suelos incluidos en un expediente de reparcelación que el Gobierno de la ciudad aprobó con su voto y ha adelantado que se inhibirá en el momento de la aprobación definitiva.

Azcón ha calificado de "acusaciones infundadas" las críticas de los portavoces de la izquierda y ha explicado que lo aprobado fue un expediente reglado, que no generaba ningún tipo de derechos a los promotores y que todos los informes eran favorables. Sí que ha reconocido que sus padres tienen 500 metros cuadrados de lo que en su momento fueron huertas en un sector de 165.000 metros, por lo que, en todo caso, los beneficios que recibirían de la operación serían "de poca consideración".

De todos modos, y aunque está convencido de que este asunto no va a tener repercusiones jurídicas, ha señalado que, si hubiera conocido que sus padres poseían esos terrenos, habría salido de la votación y de igual forma, ha adelantado que no votará el expediente cuando llegue al Gobierno para su aprobación definitiva. El alcalde ha querido recalcar que ni se ha modificado el Plan General de Ordenación Urbana ni se han otorgado derechos a los propietarios, tampoco a los más minoritarios, como sus progenitores, por lo que sus familiares no van a disponer ahora de unos beneficios que no les pertenecieran ya.

En cuanto al expediente relacionado con su hermano, ha considerado que se trata de un caso distinto porque lleva "toda la vida" ejerciendo de arquitecto en la ciudad y es un técnico que redacta un instrumento urbanístico, no un promotor ni un propietario, por lo que no cree que haya causa de abstención y la polémica "se cae por su propio peso". En todo caso, Azcón ha indicado que no pondrán pegas a que se elaboren todos los informes jurídicos necesarios para aportar transparencia.

Por último, ha acusado a PSOE, ZeC o Podemos de intentar hacer oposición "buscando paquetes de churros a 3,60 euros", en referencia a una factura cargada al Ayuntamiento de Zaragoza, o con cuestiones que nada tienen que ver con la ciudad. El primer edil ha estado acompañado del responsable municipal de Urbanismo, el concejal de Ciudadanos Víctor Serrano, quien ha reiterado que no se ha recalificado nada en esos terrenos, que no se está haciendo nada que no estuviera ya en el planeamiento urbanístico y que, por tanto, quienes hablan de recalificaciones o modificaciones del PGOU están "mintiendo".

Ha remarcado que el proceso se ha llevado a cabo con "absoluta transparencia" y ha defendido que, desde un punto de vista estrictamente legal, no concurría la necesidad de abstenerse del alcalde ya que quedan todavía "un sinfín de trámites" por realizarse. Además, ha reprochado a la portavoz socialista, Lola Ranera, ciertas "falsedades" al reclamar que las obras de mejora del entorno del Canal Imperial, próximo a estas promociones, las asumieran los promotores y no el consistorio.