Zaragoza y Huesca van a reforzar la seguridad durante este fin de semana y los próximos debido al repunte de casos de covid detectado en los últimos días. En concreto, se van a vigilar especialmente parques, riberas y zonas de ocio nocturno con el objetivo de evitar aglomeraciones y botellones, que siguen prohibidos a pesar de la relajación de las restricciones que se hizo efectiva este mismo viernes, cuando la comunidad en su conjunto pasó a fase 1.

En el caso de la capital aragonesa, para concretar el dispositivo se reunió este viernes y de urgencia la Junta Local de Seguridad a petición del alcalde de la capital aragonesa, Jorge Azcón, quien efectuó la solicitud pocas horas antes. En el encuentro estuvieron presentes los representantes municipales encargados de la Policía Local, con la concejala delegada del cuerpo, Patricia Cavero, a la cabeza. Y por parte de la Delegación del Gobierno en Aragón, de quien depende la Policía Nacional y la Guardia Civil, estuvo el subdelegado del Gobierno en Zaragoza, Fernando Beltrán. A diferencia de ocasiones anteriores, no asistió ningún representante de la Consejería de Sanidad de la DGA.

No obstante, fue el jueves cuando desde el departamento se mantuvo contacto con el ayuntamiento para hablar de la nueva situación que queda después de la relajación de las restricciones. El dispositivo contará con todos los agentes disponibles tanto en Zaragoza como en otras localidades de Aragón, como Calatayud o la capital oscense, que también han solicitado un incremento de la presencia policial.

Como ya ocurrió para la semana del puente del Pilar y el fin de semana en el que desapareció el toque de queda, la madrugada del 9 de mayo, la Policía Nacional y la Local han diseñado un plan para repartirse los parques y los barrios de la ciudad. En esta ocasión se ha tenido en cuenta también que los locales de ocio nocturno ya están abiertos, por lo que se pondrá especial atención en las calles en los que haya bares que puedan cerrar a las 3.00 horas, sobre todo para evitar que la gente se aglomere fuera una vez pasada esa hora.

La incidencia en no vacunados se dispara

«La gente joven ha hecho mucho esfuerzo pero ahora han acabado las clases y con el buen tiempo es normal que les apetezca salir, yo les entiendo, pero hay que vigilar esta situación», explicó Cavero. Por su parte, Beltrán apuntó que «siempre se revisan los efectos» que tiene la relajación de las restricciones para «tratar de paliarlos». Los contagios, señalaron los dos, se están dando sobre todo entre personas de 14 y 29 años, es decir, «población no vacunada».

Y en Teruel, que esta semana tendría que estar celebrando la fiesta de la Vaquilla, desde el ayuntamiento que dirige Emma Buj han insistido en la responsabilidad de los ciudadanos para evitar contagios.

Te puede interesar:

Todo esto se da con la transmisión desbocada de los contagios de covid en Aragón entre los más jóvenes, y justo cuando se estrena el nivel 1 de alerta sanitaria. La preocupación es evidente puesto que, para vacunar a las personas que ahora se están contagiando, todavía quedan semanas.

En estos momentos, la incidencia acumulada a siete días en la ciudad de Zaragoza es de 57,6 casos por 100.000 habitantes. Y aunque no sea todavía alarmante, ha crecido: el 28 de junio esa cifra era de 40.