El Ayuntamiento de Zaragoza ha decidido externalizar el diseño de la futura reordenación de las líneas de autobús. Una actualización obligada porque en agosto de 2023 terminará el contrato con Avanza Zaragoza y será necesario sacar a concurso público la explotación y gestión del transporte urbano, que tendrá que ser 100% sostenible. El equipo de Gobierno PP-Cs siempre ha defendido la tesis de afrontar una transformación completa que pasaría por crear una especie de red de metro en superficie integrando a la línea 1 del tranvía.

Será una empresa externa la que plantee distintos modelos y escenarios que sirvan para optimizar el transporte creando nuevas rutas, más cortas y directas que den servicio dentro de los distritos y que estarían conectadas con otras diametrales (que cruzarían la ciudad de un lado a otro) y circulares para poder acceder a otros barrios. Un modelo innovador que nada tendrá que ver con el que se diseñó para el concurso del 2013.

El área de Movilidad ha sacado a licitación la Asistencia Técnica para la definición del modelo técnico-financiero del servicio público del transporte colectivo y la redacción del pliego de prescripciones técnicas para su contratación por 212.769,09 euros. El estudio, que se prolongará durante 12 meses a contar desde la adjudicación y que requiere de más de 5.000 horas de trabajo anuales, precisa de un equipo multidisciplinar.

Próximo concurso

Por este motivo, según se justifica en la licitación, se ha decidido externalizar el futuro diseño de la red, porque los técnicos del Departamento de Planificación y Diseño de la Movilidad que se encargaron de la redacción de Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) «no está dimensionado para disponer de personal con la cualificación específica necesaria y la disponibilidad del tiempo requerido para su dedicación a estas tareas».

El consistorio no descarta licitar la gestión del autobús urbano incluso antes de que se caduque el actual contrato (agosto del 2023). De hecho, la consultora deberá estudiar la viabilidad y la posibilidad de hacerlo. También analizará las distintas formas jurídicas para la contratación, siendo siempre la primera opción el sistema concesional. Desde PP-Cs han mostrado en reiteradas ocasiones su negativa a municipalizar un servicio de esta magnitud, como han reclamado desde la plantilla de conductores.

El informe también deberá adecuar la red a la nueva realidad del transporte público, que ha perdido a una parte muy importante de sus usuarios desde el inicio de la crisis sanitaria del covid. Posiblemente ya no vuelva a recuperar las cifras previas a la pandemia y los nuevos hábitos a la hora de desplazarse afectarán directamente al dimensionamiento de la red.

En su propuesta deberá resolver los problemas actuales de solapamiento de las líneas, ofrecer una la integración con el tranvía real y dar respuesta al vacío que existe en el eje este-oeste.

La consultora deberá presentar un informe sobre la estructura de costes de explotación, las tarifas propuestas y los mecanismos de pago y compensación. Hasta ahora, el ayuntamiento paga a la concesionaria por cada kilómetro recorrido por sus autobuses, vaya completo o vacío. Esta fórmula es muy arriesgada, como se ha comprobado desde que se inició la pandemia, por lo que se proponen distintos sistemas de pago que se completarían con tarifas técnicas por usuario o pagos por calidad.

Una vez que finalice el contrato con Avanza Zaragoza, que ganó el concurso en julio de 2013 con el nombre de Tuzsa, el servicio revertirá al consistorio, es decir, las instalaciones, marquesinas o los autobuses, también los 68 eléctricos se van a adquirir durante el próximo año, así como la estación de recarga que se va a construir.

El nuevo contrato deberá incluir distintas propuestas sobre plataformas reservadas y los sistemas necesarios para la implantación de la prioridad semafórica, como sucede ya con la línea 1 del tranvía.

La FABZ exige tener voz en el futuro del autobús

La Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza (FABZ) exige al consistorio que la reordenación de las líneas de autobús se lleve a cabo escuchando a los vecinos y usuarios.

Su presidente, Manuel Arnal, aplaudió la iniciativa municipal de dar el primer paso para actualizar la red y solucionar los problemas que arrastra el actual modelo desde hace años, como los solapamientos en algunas líneas, la mejora de los servicios a los barrios de nueva creación o el vacío de marquesinas en algunas de los distritos.

El representante vecinal manifestó la importancia de que se resuelva el eje este-oeste, por donde iba a discurrir la línea 2, ahora enterrada, y que se integre de forma real a las líneas de bus con el Urbos 3.

Proponen que se potencie y desarrolle la intermodalidad entre ambos medios de transporte y que se ajusten los horarios , especialmente en los servicios nocturnos, donde las esperar son más amplias. Según Arnal, habría que ajustar los tiempos para que el intercambio de un medio a otro sea rápido y ágil, y no obligue al usuarios a esperar en las paradas, ampliando los tiempos de desplazamiento.

Para que suceda, Arnal considera que es esencial que se incremente el número intercambiadores y, sobre todo, se mejore su comodidad.

También sugiere que se creen más aparcamientos disuasorios vinculados al transporte público, como los que se construyeron en Valdespartera y el Actur.

 Por otro lado, desde la FABZ consideran que es importante que se tenga en cuenta la pacificación de muchas de las calles del centro de la ciudad, las actuales y las que tiene previsto llevar a cabo el consistorio. Según indica, reduce la velocidad comercial de los vehículos y, por tanto, altera las frecuencias.

Por último, el representante vecinal en la capital aragonesa insta al ayuntamiento a que tenga en cuenta el Plan de Movilidad Urbana Sostenible (PMUS) que fue aprobado en la anterior legislatura y que contó con la participación de los distintos agentes sociales y vecinales. La misma que ahora reclaman para el diseño de la futura red de autobuses que diseñará una empresa externa.