La polémica por las protestas que se están sucediendo en Cuba en contra del Gobierno comunista de Miguel Díaz-Canel por la falta de alimento y vacunas contra el covid ha llegado a Aragón. El Gobierno autonómico, representado por la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, ha evitado calificar a este régimen de dictadura, mientras que el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha defendido «la libertad del pueblo cubano» contra la «dictadura, con todas las letras».

La socialista, que ha apelado a la libertad y condenado todo acto violento, ha seguido la directriz marcada desde Ferraz. El presidente Sánchez ya dejó claro que era «evidente» que Cuba «no es una democracia» pero en ningún momento pronunció la palabra dictadura. Quizá porque el Gobierno «protege los intereses comerciales de España» con la isla, como ha apuntado la ministra de Hacienda y Función Pública, María Jesús Montero.

Tras estas palabras del también secretario general del PSOE, y horas antes de que los cubanos residentes en la capital aragonesa salieran a la calle a protestar por la respuesta represiva del Gobierno de Manuel Díaz-Canel, Mayte Pérez ha sido interpelada en el Pignatelli para que explicara si considera que Cuba era una democracia o todo lo contrario. Una pregunta directa a la que ha respondido diciendo que «el comportamiento que estamos viendo es absolutamente mejorable y todo lo que impida el ejercicio en libertad de nuestros derechos es, desde luego, absolutamente condenable».

 Posiciones claras

El alcalde de Zaragoza ha sido más claro. «O estás con la dictadura o con la democracia», ha afirmado tras el encuentro con la Asociación Cubanos Libres en España al que también ha asistido la vicealcaldesa, Sara Fernández. Según el regidor, «nadie con mínimo de sentido común podría apoyar la dictadura del régimen cubano» por lo que ha asegurado que es un deber como ayuntamiento «alzar la voz» y acompañar a los cubanos.

La vicealcaldesa ha denunciado «la violencia injustificada» que están sufriendo los cubanos, sometidos desde hace 62 años al régimen, y ha instado a Pedro Sánchez a que «lidere a nivel europeo» una respuesta que permita iniciar un proceso de transición hacia la democracia en la isla.

Según la liberal, Sánchez «no puede quedarse de brazos cruzados» cuando se está hablando de «la defensa de los derechos» de los cubanos. Un mensaje similar al que ha lanzado esta tarde su compañero de partido, el líder de Cs en Aragón, Daniel Pérez Calvo, quien ha acusado al presidente Sánchez de ser un «valiente» con los «dictadores muertos», pero un «cobarde» con los «dictadores vivos», en referencia a la exhumación de Franco.

Lo ha hecho durante la concentración convocada por la comunidad cubana afincada en Zaragoza en apoyo a las protestas de sus familiares y amigos en la isla y en la que ha asegurado que su formación «está siempre en la causa de la libertad, en contra de la dictadura».

Hasta el pleno

La polémica no ha terminado porque PP y Cs han presentado una moción al pleno del Ayuntamiento de Zaragoza de final de mes para que la ciudad apoye la libertad de la isla y reconozca la dictadura de Cuba. Un texto que, posiblemente, llegará a más instituciones.

La vicealcaldesa ha anunciado esta mañana la redacción de esta moción después de que Vox presentara una declaración institucional de «apoyo al pueblo cubano en sus reivindicaciones de libertad y democracia, así como el más firme rechazo a la tiranía comunista, castrista y totalitaria que oprime y empobrece a la isla». No ha tenido mucho éxito y PSOE, Podemos y ZeC rechazaron el texto.

Según ha explicado la portavoz socialista, Lola Ranera, que tampoco se ha salido del guion definido por Ferraz, han rechazado el texto de la ultraderecha porque desde su formación apuestan por que se «condene cualquier vulneración de los derechos fundamentales en cualquier país del mundo». «Los socialistas siempre defenderán el ejercicio de todas las libertades y los derechos fundamentales». Ranera ha condenado «todos los estados en los que se vulneran los derechos humanos» sin hacer mención al tipo de régimen.

Desde Podemos, Amparo Bella, ha explicado que no estaban dispuestos «a entrar en el juego de la ultraderecha de agitar intencionadamente, haciendo un uso partidista de la defensa de los derechos humanos cuando de lo que se trata es de defender los derechos humanos siempre, y no sólo cuando conviene». Ha insistido en «la justicia social y la soberanía de los pueblos para decidir en libertad su futuro» pero tampoco ha calificado a Cuba de dictadura.

El portavoz de ZeC, Pedro Santisteve, ha explicado que lo que había planteado Vox era «una declaración que se centraba en atacar al Gobierno de España en lugar de hablar de Cuba» y que «ni sus propios socios PP y Cs se la apoyan» dado que han presentado una moción habiendo dos semanas para negociar una declaración institucional que la propia formación ultra sabía que no saldría adelante.