Una vez ha terminado un nuevo curso político y superado el ecuador del mandato de PP y Cs al frente del Ayuntamiento de Zaragoza toca hacer balance. Unos se fijan en la ejecución presupuestaria, otros en el grado de cumplimiento de los acuerdos y los más chismosos en el estado de las relaciones en el seno de la coalición que gobierna. Pero hay otro indicador que en los últimos días se ha puesto sobre la mesa: las mociones aprobadas que jamás se cumplieron. Declaraciones de intenciones que, una vez apoyadas por la mayoría del pleno, se guardan en un cajón y jamás se ejecutan. Vayamos por ahí.

Lo primero: una moción es una propuesta o una petición que los grupos políticos llevan al pleno, que tiene lugar una vez al mes. Suelen estar divididas por puntos que, a veces, se votan por separado, por lo que hay mociones que se aprueban pero solo parcialmente. En cada sesión cada partido suele llevar entre dos y cuatro de estas proposiciones.

Una de las últimas mociones que se ha hecho efectiva llevaba agazapada esperando a cumplirse desde hace dos años, aunque no por eso ha resultado menos polémica. Ha sido la retirada del callejero del nombre del Che Guevara. Vox presentó una petición en este sentido en el pleno del 31 de julio de 2019 y, tras recriminarle a PP y Cs, durante los últimos meses, que no se había cumplido, ha sido ahora cuando el equipo del alcalde Jorge Azcón ha dado el paso.

Pero esta es tan solo uno de los muchos ejemplos que existen sobre mociones que salen adelante y que después se pierden en el limbo. A sus socios de la ultraderecha PP y Cs les deben otras ocho que en su día se aprobaron y no se han ejecutado. Entre ellas, por ejemplo, dictan fuentes del partido, está la realización de una campaña de publicidad institucional específica para el sector del taxi; la realización un censo de personas mayores que viven solas o con personas dependientes; y la presentación de un informe jurídico con las posibilidades de actuación en la antigua cárcel de Torrero, entre otras.

Pero los grupos de la izquierda también han presentado muchas mociones que han conseguido sacar adelante y que todavía no se han cumplido a pesar del compromiso adquirido por el pleno. No obstante, el bloque en su conjunto, es decir, los concejales de PSOE, ZeC y Podemos, suman 15 votos, uno menos que la derecha, por lo que tienen mucho más complicado ver prosperar sus propuestas.

En el caso de los socialistas, algunas de las que sí que se aprobaron y que todavía están en el tintero son, por ejemplo, la elaboración y ejecución de un plan integral de conservación de las riberas (votada en octubre de 2020); la consideración del servicio de la Casa de la Mujer como esencial; la elaboración de un censo de viviendas que identifique las actuaciones que cada una requiere; y la realización de un plan extraordinario de inspecciones y el promover el diálogo en materia de protección animal.

La izquierda tiene menos mociones aprobadas

En este punto cabe señalar también que muchas mociones, de todos los partidos y con diferentes intenciones, no son sino declaraciones de intenciones, instancias a administraciones superiores y/o condenas sobre hechos acontecidos más allá de los muros de la ciudad de Zaragoza. En el último pleno, sin ir más lejos, la derecha aprobó una para reprobar al régimen cubano, lo que difícilmente conllevará que caiga el Gobierno de Manuel Díaz Canel.

Con respecto a las mociones de ZeC, desde el grupo estiman que el grado de ejecución de las que se aprueban no pasa «del 20%». Con respecto a las suyas, recuerdan que no se han cumplido las relativas a no elevar el precio del autobús; la moratoria de las casas de apuestas («solo se hizo durante un tiempo») y la retirada de los símbolos franquistas del callejero, entre otras.

Y desde Podemos también recuerdan algunas de sus proposiciones que duermen en los cajones del despacho de Alcaldía. Desde que comenzó el mandato los morados han presentado 58 iniciativas plenarias de las que han sido aprobadas 27. De ellas, «no se han ejecutado más que cinco». Entre las que faltan está la creación de una oficina de segunda oportunidad para autónomos o el refuerzo de la línea de bus a Casetas.

Aunque es más fácil pedir que ejecutar, ya solo quedan dos años para que PP y Cs hagan realidad las propuestas de la oposición. Pero también dos años en los que se seguirán presentando mociones. Habrá que ver quién gana la carrera.