Zaragoza sufre su cuarta ola de calor más prolongada en 70 años

Hace calor, sí. Resulta una obviedad en un mes de agosto, pero es llamativo y alarmante que el 69% de los 45 días en los que se han superado los 40 grados desde 1951 en Zaragoza se hayan registrado en este siglo. Es decir, que es un efecto del cambio climático. De hecho, en los últimos 70 años solo se han alcanzado o rozado estas temperaturas en 20 veranos y solo en cuatro ocasiones de forma prolongada, con más de tres días. Se han producido en la última década (otro indicio del cambio climático) y la última se está sufriendo ahora, con la ola de calor que azota prácticamente a toda la península y que en Aragón está dejando infernales noches tropicales y jornadas que alcanzan los 43 grados, por lo que el Gobierno de Aragón ha activado todos sus recursos ante posibles emergencias.

El responsable de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Aragón, Rafael Requena, explica que, aunque no lo parezca, no es tan frecuente que la capital aragonesa supere los 40 grados. «Hace calor porque es verano y tiene que haber temperaturas elevadas, pero cada año vamos a sufrir episodios de calor intenso con más frecuencia y de una forma más prolongada», incide.

Según la serie de temperaturas registrada en la estación del aeropuerto de Zaragoza desde 1951, en 2012 se produjo el primer episodio de ola de calor de larga duración, cuando los mercurios marcaron más de 40 grados durante seis días. El segundo fue en 2019, con siete, y el tercero el año pasado, con otros seis. El último, el actual, se va a prolongar durante cuatro jornadas (hasta el domingo). Es decir, es el tercer año consecutivo con episodios de calor prolongados, aunque tampoco esta vez será una ola de récord. 

Requena explica que la tormenta del miércoles por la noche rebajó las temperaturas de forma drástica, pasando de los 30 grados a los 24. Esto provocó que este jueves por la mañana amaneciera con 22 grados en lugar de los 25 previstos y que los termómetros alcanzarán de máxima 41,3 grados en la estación de Valdespartera y 39,5 en el aeropuerto. También influirá en que las máximas hasta el domingo sean de 43 grados. Ese día por la tarde el cierzo reaparecerá y las temperaturas descenderán hasta los 32 grados.

Se alcance o no el récord de julio del 2015, de 44,5 grados, las duras temperaturas han obligado al Ayuntamiento de Zaragoza a activar el Plan Municipal de Protección Civil por olas de calor y ha rebajado casi a la mitad el precio de las entradas de las piscinas para facilitar el acceso a las instalaciones de todos los ciudadanos al tratarse de refugios anticalor seguros. Desde el ayuntamiento insisten en que no se utilicen los ríos como vía de escape porque entrañan muchos peligros, aunque parezca que su caudal es mínimo.

También el Gobierno de Aragón ha puesto en alerta a más de 10.000 voluntarios pendientes de cualquier incidente. Desde el Ejecutivo autonómico, que mantiene activo el nivel 1 del Plan Territorial de Protección Civil, hicieron ayer una llamada a la «responsabilidad» y la «autoprotección» y, sobre todo, «al sentido común». Las altas temperaturas disparan el riesgo de incendios y una simple colilla mal apagada puede ser el origen de un incendio devastador. Hacer fuego, por supuesto, está prohibido.

Por ahora se ha descartado cerrar los parques naturales, como sí han hecho otras comunidades (Cataluña), pero sí recomienda tener previstos planes de evacuación y vías en el caso de que fuera necesario. «Aragón tiene un 50% de masa forestal y limitar las actividades no lo vemos viable. En todo los sitios está recomendado que, cuando se realice alguna actividad, las vías de evacuación estén listas», señaló el jefe de Servicio de Seguridad y Protección Civil del Gobierno de Aragón, Miguel Ángel Clavero.

Calor en las tres provincias

Las tres provincias están en alerta por altas temperaturas. Según las previsiones de la Aemet, ayer se alcanzaron máximas de 43 grados en la ribera del Ebro (aviso rojo), 40 en el sur de Huesca, el Bajo Aragón, las Cinco Villas y la Ibérica de Zaragoza. También permanecía activada la alerta amarilla con 39 y 40 grados en el centro de Huesca y el Pirineo y estaban en este mismo nivel de alerta la sierra de Albarracín y Gúdar, con 38 y 36 grados respectivamente.

Junto a Zaragoza, Alcañiz y Calanda fueron las otras dos localidades que alcanzaron temperaturas más altas a nivel nacional, con 41,2 y 41,1 grados, respectivamente. 

Esto durante el día, porque por la noche el calor no da tregua. Para nada. Las noches tropicales marcaron del miércoles al jueves 23 grados en Huesca, 22,5 en Zaragoza y 17,7 en Teruel en los termómetros. Unas temperaturas que dificultan el sueño y el descanso y que se repetirán durante las próximas noches, hasta la del domingo, cuando descenderán notablemente.