Mientras Zaragoza espera batir este sábado su récord de temperaturas máximas y superar los 44,5 grados, Teruel lo ha hecho este viernes con 40,8. Desde agosto de 2012 los mercurios no habían marcado esta acalorada cifra que podría repetirse este sábado. En el Pirineo los termómetros han rozado los 39 grados, incluso los han superado en Torla, aunque en la mayoría de municipios han rondado los 37 y 38. Demasiado calor que, al menos en Huesca, dan paso a temperaturas agradables por la noche.

En el Pirineo, municipios como Jaca, Seira, Aínsa o Argües han rozado los 38 grados. La estación de Torla-Ordesa ha llegado a los 40, aunque según ha explicado el responsable de la Agencia Estatal de Meteorología en Aragón (Aemet), Rafael Requena, se debe a su altura y su orientación sur, con montañas que apenas le dan sombra, por lo que no es representativa. Por ejemplo, la de Torla El Cebollar, con otra orientación, marcó una máxima de 27,2.

Los turolenses han pasado calor, mucho calor, y han sufrido las temperaturas más altas de toda la comunidad. En la capital han batido su récord y han llegado a los 40,8 grados de máxima a las 15.30 horas, seis décimas más que el 10 de agosto de 2012, cuando fueron 40,2. No ha sido el único porque el 12 de enero registró la mínima desde que hay registro, desde 1920, con 21 grados bajos cero.

El ayuntamiento ha tenido que adoptar medidas y acordonar las barbacoas de todas las áreas de recreo de la ciudad para evitar sustos que acaben en catástrofe. Una simple chispa, un cristal o un cigarrillo mal apagado pueden iniciar un fuego a gran velocidad.

En Santa Eulalia han tenido otros 40,1 grados. 39,9 en Calamocha, mientras Alcañiz, Calanda o Híjar rondaron los 35 y los 37.

Zaragoza se prepara

En Zaragoza capital no se han cumplido las previsiones. Según explica Requena, el cierzo que se adentró por el valle del Ebro el jueves por la noche y que se ha prolongado hasta el mediodía, aunque fuera leve, ha suavizado las temperaturas y la máxima ha sido de 39,2 grados en Valdespartera.

La tormenta del martes por la noche provocó que la jornada del miércoles comenzase con mínimas de 22 grados y no de 25, lo que impidió que el mercurio alcanzase los 44 grados previstos. Algo parecido ha sucedido hoy y el leve cierzo rebajó las mínimas hasta los 21 grados.

Además, la calima que ha cargado el ambiente con diminutas partículas de aire también se ha dirigido hacia el suroeste de la península. Esta era otra de las causas que influía en que Zaragoza no haya alcanzado los 44 grados, pero ya no se prevé más viento ni tormentas en el valle del Ebro, y tampoco hay polvo mineral en el ambiente, así que es probable que la ola de calor alcance este sábado su máximo en la capital aragonesa.

«Es posible que se bata el récord de temperaturas de julio de 2015, con 44,5 grados, pero el tiempo es muy cambiante, no se sabe», ha dicho Requena. Lo que sí es seguro es que va a seguir haciendo calor, mucho, y que hoy los termómetros superen los 40 grados de nuevo. «Es muy probable que lleguen a los 44%", ha matizado.

La ola de calor que azota a Zaragoza ( y a todo Aragón) va a ser la cuarta con más días de duración de la historia desde que hay registros, en 1951. De estos cuatro episodios prolongados (a partir de cuatro días), tres se han producido en los últimos años (2019, 2020 y este verano) y el primero fue en 2012, con una duración entre los seis y los siete días. Lo habitual hasta hace una década era que las temperaturas superiores a los 40 grados duraran tan solo uno o dos días.

Alerta y cambio climático

Está claro, se debe a los efectos de los gases de efecto invernadero, al calentamiento global y al cambio climático. No hay duda y por si las hay, el episodio de Filomena, en enero, es otro claro ejemplo. «Es más frecuente que los episodios extremos sucedan en verano porque es un efecto de la subida de la temperatura de la tierra, pero en invierno también está ocurriendo, como en enero con la borrasca Filomena», explicó.

La DGA, que activó el miércoles el nivel 1 del Plan Territorial de Protección Civil, mantiene en alerta a más de 10.000 voluntarios pendientes de cualquier incidente, principalmente ante el alto riesgo de incendios. También el Ayuntamiento de Zaragoza activó el Plan de Emergencia por olas de calor y rebajó casi a la mitad el precio de las entradas a las piscinas municipales, a diferencia de Huesca, que, además, mantiene cerrada la de Risueñores y algunas de sus fuentes públicas sin agua.

Las temperaturas no darán un respiro hasta el domingo por la noche, cuando el cierzo reaparezca dejando temperaturas más suaves. No será por muchos días porque para el próximo fin de semana (el 20 de agosto) se espera que los termómetros vuelvan a subir otra vez.