A una semana de que el Gobierno de Aragón y el Ayuntamiento de Zaragoza se reúnan para decidir si se celebran las fiestas del Pilar, el presidente de Aragón, Javier Lambán, se lanzó a Twitter para cuestionar los pasos dados por el consistorio, que ha empezado a licitar los contratos de los eventos más importantes como la Ofrenda de Flores, el escenario de conciertos que este año se traslada al Parque del Agua o la gestión del recinto ferial en Valdespartera.
En la casa consistorial ha generado gran sorpresa el repentino mensaje que Lambán publicó en las redes sociales. En sus 140 caracteres alertaba del riesgo de «planificar fiestas como su hubiéramos vuelto a la normalidad» en referencia a los Pilares.
La vicealcaldesa, Sara Fernández, ha sido muy clara este jueves en su respuesta tratando de atajar cualquier polémica: «El formato de actividades está hablado y consensuado con la consejería de Sanidad», en concreto, se debatió en la última reunión celebrada el 15 de junio. Fuentes municipales insisten en que en ese encuentro el consistorio explicó los proyectos en los que estaba trabajando para poder celebrar unas fiestas sin aglomeraciones, es decir, diversificándolas y programando los eventos en distintos barrios.
En el polémico tuit, el presidente autonómico celebró que Aragón había alcanzado «la cifra emblemática del 70% de la población total vacunada, un éxito indiscutible» y añadía que «no es excusa para bajar la guardia ni para empezar a planificar fiestas como si hubiéramos vuelto a la normalidad. Vean el aumento de casos (de covid) por las no fiestas reciente».
Tan solo un día antes, la consejera de Presidencia, Mayte Pérez, había anunciado la convocatoria del Consejo Local de la comunidad en su versión ampliada para el 2 de septiembre donde se analizará la situación epidemiológica y se decidirá si Zaragoza está en condiciones de celebrar las fiestas, con restricciones y aforos.
Un encuentro que dará continuidad al del 13 de junio, cuando el consistorio ya avisó de que pondrían en marcha todos los procesos necesarios para poder llegar a tiempo en caso de que se puedan celebrar los Pilares.
Los plazos
Hay que tener en cuenta que los procesos de licitación deben cumplir unos plazos administrativos que exige la ley y que normalmente son prolongados. Además, los montajes de las instalaciones llevan tiempo y tienen que estar listas varios días antes de su inauguración para pasar las correspondientes revisiones.
«Las fiestas no se preparan en un mes y que hay un trabajo previo que hay que hacer con antelación», ha explicado la vicealcaldesa. «Hace dos meses tuvimos una reunión con Sanidad en la que explicamos que debíamos empezar a trabajar y hablamos sobre lo que podíamos hacer. Acordamos que no habría pasacalles, que evitaríamos los actos masivos y que diseñaríamos una ofrenda más reducida como alternativa. Eso es lo que hemos hecho», ha asegurado Fernández.
Según la vicealcaldesa, la consejería de Sanidad, con Sira Repollés al frente, «ya conocía» los actos que se estaban preparando desde Zaragoza Cultural. «Había que evitar los más problemáticos y lo que hemos hecho ha sido preparar actuaciones culturales en espacios concretos, delimitados y con reserva previa. Igual que llevamos haciendo este año», ha recalcado Fernández, que insistió en que los actos serán reducido.
Junta de portavoces
Desde el Gobierno aragonés nadie más se ha pronunciado, pero sí que lo ha hecho la portavoz del PSOE en el ayuntamiento, Lola Ranera, que ha solicitado la reunión de una junta de portavoces extraordinaria con la presencia del alcalde, Jorge Azcón, que, tras su registro, deberá convocar en 48 horas.
Para la socialista es necesaria dado que el equipo de Gobierno de PP-Cs «no está siendo consciente de la situación epidemiológica y está generando expectativas», tanto entre los zaragozanos como en los sectores económicos, ha señalado.
Según Ranera, el consistorio debe ser «corresponsable» y no puede tomar decisiones de forma «unilateral» y «frívola» porque, recalcó, «nuestros vecinos se siguen muriendo».
Según la socialista, «no se pueden organizar unas fiestas del Pilar como las que prepara el ayuntamiento» y ha alertado del peligro que existe de que se produzca un «efecto llamada» como ha ocurrido en otros municipios, donde se han organizado fiestas ilegales o macrobotellones y donde se han registrado picos de positivos en coronavirus tras las fechas en las que se tendrían que haber disfrutado de las fiestas patronales.