Uno no espera que una apacible jornada, acompañado por sus hijos, en el Parque de Atracciones de Zaragoza, se convierta en un espectáculo digno de una película de acción. Es lo que les ocurrió a los que visitaron este sábado estas instalaciones de ocio ya que la organización del recinto tenía previsto un simulacro de accidente en una de sus atracciones más míticas: el Revolution. 

Todo comenzó sobre las 14.00 horas aunque, para no provocar demasiado susto, todas las personas que habían entrado al parque antes (unas 2.000 a mediodía) habían recibido una octavilla en las que les avisaban del simulacro. Otra cosa es que se la leyeran. Además, tampoco se especificaba en qué atracción iba a ocurrir.

Cuando llegó la hora marcada, un grupo de falsos heridos, con lesiones simuladas con maquillaje incluidas, se dirigieron hacia la atracción en cuestión mientras el resto de visitantes disfrutaban tranquilamente del resto de las instalaciones. Una vez postrados en el suelo y cuando comenzaron a fingir su dolor, dos petardos sobresaltaron el tranquilo ambiente que reinaba.

Entonces, comenzó a salir humo de la atracción y los responsables del parque comenzaron a desalojar el entorno. Por la megafonía una sirena y un comunicado informaba de que el simulacro había comenzado aunque algunos despistados comenzaron a andar deprisa preguntando qué había pasado. Estos no se habían leído la octavilla.

Otros, sin embargo, se quedaron lo más cerca que pudieron, ya fuera tomando el sol o bebiéndose una cerveza, para contemplar la tragedia que, en esta ocasión, era simulada. Con las atracciones ya cerradas, se acordonó la zona del accidente y por los walkie-talkies del personal de seguridad comenzaron a escucharse las primeras órdenes. «Rápido, más rápido», decían.

Minutos después llegaban los sanitarios propios del Parque de Atracciones, que comenzaron a atender a los heridos y, tras otro breve periodo de tiempo llegó el primer coche de la Cruz Roja. A partir de ahí comenzaron a sucederse el sonido de las ambulancias. Llegaron más de cinco. Una hora después del inicio de la simulación se dio por terminada.

La empresa encargada de realizar el simulacro era Casef HealthCare y el objetivo del mismo era testar la capacidad de coordinación entre el personal de seguridad del propio parque y los externos. El operativo que se puso en marcha es igual que el que se activaría en caso de accidente real y, para más inri, los heridos fingidos eran de diferente consideración, algunos de ellos graves.

¿El resultado? «En un simulacro el objetivo no es hacerlo todo perfecto, sino practicar y ensayar para prepararse de cara a una situación real. Ha salido bien», concluyó el coordinador del simulacro.