Este miércoles es un día especial para 157.906 escolares que comienzan un nuevo curso, aunque muchos de ellos lo harán con protestas y reivindicaciones ya que no podrán acudir a su colegio sino que lo harán en barracones o en aulas prestadas. Esta es la situación de los centros del sur de Zaragoza, como el María Zambrano, el Ana María Navales o el Soledad Puértolas, lugares donde la población infantil ha crecido enormemente en los últimos años. Los primeros no llevarán a sus niños al colegio. Los segundos lo harán con camisetas de protesta; y los terceros estarán a primera hora concentrados para mostrar su malestar. En otros como el IES Picarral, se reunirán a las 12.00 para quejarse por las condiciones de precariedad en cuanto a equipamiento y personal. Para otros, los problemas tienen que ver con la organización del comedor, debido al aluvión de solicitudes sobre todo a partir del 18 con la vuelta a la jornada partida.

Para todos estos alumnos, el curso se inicia marcado por algo más que las restricciones del coronavirus y la vacunación total de los docentes y mayoritaria del alumnado mayor de 12 años. Preparar el estuche y los nervios por conocer al profesor no serán la única preocupación para muchos niños y progenitores.

La Asociación de Madres y Padres Claros del Bosque del colegio María Zambrano de Zaragoza ve «materialmente imposible» que los escolares puedan entrar a las aulas este miércoles, pese a que el Departamento de Educación así lo asegura porque «se ha hecho un gran esfuerzo para llegar a tiempo». Sin embargo, los padres cuentan que «solo 24 horas antes» del inicio de curso, donde se ubican las aulas prefabricadas «sigue habiendo maquinaria y carteles de prohibido el paso al personal ajeno a la obra». Y, añaden: «No sé si tiene (el consejero) el don de duplicar el tiempo, pero todavía en los barracones se tiene que hacer la mudanza», denuncia Noemí Corbatón, presidenta del AMPA del centro de Parque Venecia, que sigue pendiente de construcción. La comunidad educativa está «muy preocupada» porque, a media mañana de este martes, todavía no tenían información del departamento sobre dónde llevar a los niños en el primer día de clase. La respuesta del departamento ha llegado por la tarde, confirmando que las aulas prefabricadas estarían listas hoy. Pese a ello, los padres mantienen la huelga para mostrar su descontento con la gestión.

Camisetas protestas en el Ana María Navales.

Desde el AMPA del colegio Ana María Navales critican que tienen «un solar y nada más», de ahí que los barracones se tuvieran que poner en el párking del CPI Arcosur, pero no ha habido movimientos, así que los 150 niños están «de prestado» en aulas de Primaria del centro vecino, lo que causará «problemas porque tendrán que ir a baños de Primaria» y, asegura, que «no están preparadas» al estar destinadas a niños mayores. Esta es una preocupación que no solo afecta al colegio Ana María Navales, sino también a Arcosur, «masificado ya de por sí», y al barrio porque «nuestro colegio estará terminado» en 2023, año en el que habrá 800 nuevas viviendas, habitadas por «jóvenes y muchas con niños», dicen desde la asociación. Sabían que colegio propio «no íbamos a tener», pero poner unos barracones en septiembre «no te puede pillar por sorpresa» como ha cogido a Educación. Por eso, el miércoles todos los niños del Ana María Navales irán a clase con una camiseta con el lema Primer día (de tachado) sin cole.

En el Soledad Puértolas, de Valdespartera, tampoco estará disponible el pabellón que iba a acoger cuatro aulas, así que todos los alumnos (de 9 grupos) estarán en aulas prefabricadas. El promotor ha asegurado que entregará el gimnasio el 18 de septiembre, pero desde la asociación lo dudan porque «no están las paredes por dentro» y cuando esté, habrá que montarlo «corriendo» sin saber «si es un lugar seguro o hay filtraciones». Por eso mostrarán su malestar miércoles y viernes, a las 9.00 horas, haciendo ruido en las puertas del centro porque Educación adjudicó «tarde las obras» ya que sabían que el curso empezaba el día 8. Y también pedirán que se licite la segunda fase para los alumnos de cuarto, por lo que pronostica que «las aulas prefabricadas han llegado para quedarse».

También hay problemas en Graus cuyo inicio de curso en el colegio se retrasa una semana en las clases de la planta superior por un desprendimiento a causa de las lluvias

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Comedores

El servicio de comedor preocupa en el colegio Parque Venecia, porque tendrán que realizar tres turnos para dar cabida a todos los niños de este centro y a los del María Zambrano. «Aunque el consejero de Educación pide reducir los turnos, es materialmente imposible y hemos tenido que crear tres: con los alumnos de Infantil, los de Primaria y otro para los del María Zambrano», explica Raquel Gracia, del AMPA del centro Parque Venecia. Es la misma solución que han encontrado en el Ceip Miraflores, que parece tener asegurado el servicio de comedor hasta que se inicie la jornada partida. Entonces habrá 3 turnos, por lo que habrá que aumentar la «dotación» de personal de cocina, de limpieza y los auxiliares de educación especial por parte de Educación, porque si no «será imposible», dicen desde el Ampa.