Septiembre se complica. A partir de esta semana comienzan los nuevos paros de la plantilla del tranvía de Zaragoza, que se unirán a los que vienen efectuando los trabajadores del bus desde la semana pasada. Ambos comités llevan convocando paros desde casi principios de año, pero en esta ocasión la situación puede ser diferente porque las protestas se alargarán más horas durante el día, por el regreso a las aulas y, también, por la vuelta paulatina de la actividad en las oficinas, muchas de las cuales seguían hasta ahora a medio gas por el teletrabajo. Es decir, los usuarios podrían aumentar mientras las frecuencias se alargarán.

Manifestación conjunta, el pasado marzo, de las plantillas del bus y el tranvía. | ÁNGEL DE CASTRO ÁNGEL DE CASTRO

En el caso de los trabajadores del tranvía, será este miércoles cuando comience la séptima convocatoria de huelga en lo que va de año, aunque en esta ocasión la acción del comité se recrudecerá. Los paros serán todos los días entre semana (hasta ahora habían sido días sueltos) desde las 6.45 horas hasta las 9.15 por la mañana y a medio día serán desde las 13.00 horas hasta las 15.30. Es decir, coincidiendo con las horas puntas de entrada y salida de puestos de trabajo e institutos. Los servicios mínimos marcados por el ayuntamiento serán del 60%.

La huelga fue aprobada por mayoría por la plantilla el pasado miércoles con 53 votos a favor, uno en blanco y 37 abstenciones y si la situación no cambia se mantendrá en estas mismas condiciones hasta el 7 de octubre . Tras recibir el apoyo de los trabajadores, el comité, al frente del cual está el Sindicato Ferroviario de Zaragoza, se reunió el viernes con la sociedad que gestiona los tranvías en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje (SAMA).

En el encuentro, con la huelga ya convocada, la concesionaria del servicio, que tiene contrato hasta 2044, presentó una última oferta que, según fuentes de la compañía, trataba de saciar la mayoría de las reivindicaciones de los trabajadores. Sin embargo, el comité pospuso la respuesta a esa proposición, que busca aprobar un convenio colectivo que lleva caducado desde hace varios años y que estaría vigente hasta 2023.

La oferta de la empresa a los trabajadores del tranvía supone, dicen, una reducción de las jornadas de trabajo; la actualización del salario con respecto al IPC para los próximos años y con carácter retroactivo; y una nueva paga extra en verano que, con variables, podría ser de hasta 1.260 euros, entre otras cuestiones. Según la sociedad, la oferta en su conjunto supondría para 2023 un aumento de unos 200 euros mensuales y siete jornadas de trabajo menos.

La huelga, critican desde la empresa, es un «chantaje a la ciudadanía» y «no está justificada» dada las condiciones de trabajo y retributivas de sus empleados, cuyo «salario medio bruto anual incluyendo los pluses ronda los 27.000 euros».

Sin embargo, la percepción del comité de empresa no es tan optimista. Consideran que la subida planteada solo alcanzaría los 20 euros al mes y en una nota de prensa recuerdan que la plantilla de los tranvías cobra un 30% menos que la del bus, cuyo convenio, por otro lado, también está caducado. Los representantes sindicales piden además que se regule la duración máxima de las jornadas, «que se puede extender hasta las nueve horas» y que se cumpla el proyecto de explotación incluido en los pliegos que rigieron el proceso de adjudicación, «de obligado cumplimiento» con respecto a las horas de trabajo, las horas de formación y el número de los trabajadores necesarios.

Concentración

En la misma nota, el Sindicato Ferroviario admite no obstante que la última oferta de la empresa supone «un pequeño avance» en la negociación. Así, estudiarán esta propuesta en una asamblea y el resultado de la consulta a la plantilla será trasladado a la empresa el próximo lunes en otra reunión en el SAMA. Pero la huelga ya habrá empezado.

En el caso de los autobuses, la plantilla estará en huelga todos los jueves y sábados del mes de septiembre de 8.00 horas a 10.00 y de 19.00 a 21.00. El comité de huelga defiende también la firma de un convenio colectivo que, en su opinión, la empresa Avanza (cuya matriz participa en la sociedad de los tranvías), está dilatando para desgastar a la plantilla.

Los trabajadores del bus van ya por su cuarta convocatoria de paros y en esta ocasión los servicios mínimos serán del 56%. Hasta el momento, la huelga ha tenido un amplio seguimiento por parte de la plantilla y desde el comité van a mandar una carta al ayuntamiento para insistirle en que medie en el conflicto.

Este martes, las plantillas de ambas empresas han convocado una manifestación a las 19.00 horas por el centro de Zaragoza.