Los gamberros se han cebado esta noche pasada en Zaragoza con el busto de Sanz Briz, que ha aparecido pintarrajeado. La escultura del embajador, que evitó que numerosos judíos acabaran en los campos de concentración en la Segunda Guerra Mundial, se encuentra ubicada en una calle peatonal junto al pabellón del Príncipe Felipe.

"Los servicios municipales de Cultura y Limpieza ya están coordinados para intervenir el próximo lunes y recuperar la figura sin causarle ningún daño", ha explicado la concejala de Servicios Públicos, Natalia Chueca.

"Es un nuevo acto de vandalismo", ha asegurado, que ha señalado que, al pintar la escultura con colores vistosos, se trata de "ridiculizar" la persona a la que representa. Ha dicho asimismo que el aragonés Sanz Briz "luchó contra la intolerancia y salvó miles de vidas del holocausto nazi".

En este sentido ha indicado que se trata de un acto "lamentable" y ha hecho un llamamiento a la colaboración ciudadana para que los ciudadanos que posean datos los faciliten al objeto de prevenir los ataques vandálicos contra el mobiliario urbano.

Sanz Briz, estando en Budapest como embajador de España, salvó la vida de unos 5.000 judíos húngaros a los que facilitó pasaportes para demostrar su origen sefardí. Israel le concedió el título de Justo entre las naciones en el año 1989.