Técnicos de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) explicaron ayer que la criticada tala de un bosque de ribera junto al río Aragón, en donde se levantará el dique o azud de cola del embalse recrecido de Yesa, dará lugar a un humedal de un total de 27,7 hectáreas.

De esta forma, el organismo de cuenca sale al paso de la denuncia interpuesta por la entidad Río Aragón frente a la construcción del azul, que ha supuesto la deforestación de 11 hectáreas.

La CHE ha aclarado que el dique es una «medida correctora» que evitará la aparición de una «ceja árida» en la cola del embalse. Además, ha asegurado que esta intervención lleva aparejada la creación de nueve islas y una reforestación posterior mediante la plantación de miles de árboles, arbustos y matorrales. Asimismo, la confederación subraya que la deforestación inicial aparece recogida en la declaración de impacto ambiental. 

La denuncia de Río Aragón considera que se causa un gran daño a la dinámica del río y que el azul provocará el taponamiento de zonas próximas.

La tala está prevista en un paraje del municipio de Mianos, en la comarca de Jaca. En ese punto el río Aragón coincidirá con la cola del embalse recrecido.

Los vecinos de Mianos y localidades cercanas se han opuesto decididamente al recrecimiento de Yesa porque inunda sus tierras y merma sus posibilidades de desarrollo, además del daño infligido al medio ambiente.