La Audiencia Provincial de Zaragoza ha absuelto de apropiación indebida a una cuidadora, Gabriela C., que fue juzgada por, supuestamente, lucrarse de la venta sin autorización del piso de anciana de 89 años a la que cuidaba en la capital aragonesa. La venta se realizó por 63.000 euros y la imputada recibió, como «regalo» de su empleadora, 25.000 euros con los que se compró un coche.

El tribunal ha considerado que no se ha acreditado que la cuidadora, defendida por la letrada Cristina Candial, actuara sin consentimiento de la dueña de la vivienda. De hecho, los empleados de la inmobiliaria que gestionaron la operación, así como en el banco de la anciana, señalaron que la propietaria del piso estaba en plena posesión de sus facultades mentales cuando se produjo la venta. Asimismo, la sentencia considera que no se ha visto destruida la presunción de inocencia de la acusada. 

En la vista oral, la cuidadora aseguró que las extracciones bancarias y la venta del piso se hicieron siempre a instancias de Lidia L., la propietaria, una mujer de origen francés que se había dedicado al mundo del espectáculo y decidió vender su piso de la calle Nobleza Baturra para ir a otro de Cuarte de Huerva que cogió en régimen de alquiler . "Me daba para las compras", señaló la acusada, que dijo que cobraba, "a razón de 500 euros al mes" por su trabajo.

La propietaria, ya fallecida, declaró en la fase de instrucción que la venta se había hecho voluntariamente y que ella había llevado a cabo la operación.