El Ayuntamiento de Talamantes y la comarca de Borja han pedido oficialmente a la Diputación General de Aragón que mejore el transporte escolar en la localidad, dado que tres de los seis niños que residen en la localidad no pueden utilizar el medio habilitado, una furgoneta de nueve plazas, por problemas de horario.

La furgoneta recoge a tres de los estudiantes, que van al colegio público de Borja, pero otros tres adolescentes (dos que van a la ESO y uno que asiste a un centro concertado) dependen de sus padres para poder ir a clase. Los progenitores los bajan en coche particular al pueblo de Ambel y allí cogen el autobús que los lleva a Borja.

"Por lo que sea, no se han tenido en cuenta las necesidades de varios alumnos", señala Julián Domínguez, alcalde de Talamantes. "El problema afecta a los jóvenes que van al instituto", explica, "y se debe a que los horarios de entrada y salida de los centros educativos son diferentes".

Nuevos vecinos en el pueblo

La DGA ha tomado ya cartas en el asunto y ha informado al consistorio de Talamantes y al ente comarcal de que el caso se ha puesto en conocimiento del departamento que se encarga de la contratación del transporte.

"La solución de recurrir a los padres presenta el problema de que les supone un coste en combustible y en tiempo, pues hay 14 kilómetros entre Talamantes y Ambel", señala Domínguez.

El regidor solicita a las autoridades educativas que tengan en cuenta que Talamantes es una localidad "apartada", lejos de la carretera general y con "pocos habitantes". "Somos realmente la España vacía y, si queremos mantener la población, hay que darle unos servicios adecuados", subraya Domínguez.

Dotar al pueblo de un buen medio de transporte escolar, insiste el responsable municipal, es "vital" para su supervivencia. "Estos últimos años se han asentado aquí matrimonios jóvenes con hijos que están dando una nueva vida a Talamantes después de décadas de pérdida de habitantes", asegura.