Ni el PSOE ni ZeC ni Podemos participarán en más reuniones del grupo de trabajo que se creó al inicio de este mandato para estudiar el cambio de denominación de aquellas calles que homenajearan a personalidades vinculadas con el franquismo. Los tres partidos así lo anunciaron este miércoles, en el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza, tras una comparecencia de la vicealcaldesa, Sara Fernández, a petición de los socialistas. 

Fernández ejerce como presidenta en dicho grupo de trabajo y, según la izquierda, este se ha demostrado «inútil». «El grupo se creó para alcanzar consensos y ustedes –refiriéndose a los tres partidos de la derecha– aplican su rodillo para evitar cambios», lamentó desde el PSOE Alfonso Gómez Gámez. «Esto es una pantomima», criticó Pedro Santisteve, portavoz de ZeC. «La derecha española no ha asumido que ustedes también son antifascistas. En Francia y Alemania sería impensable defender las posturas que ustedes mantienen», añadió Amparo Bella, de Podemos.

La cuestión sigue estando en qué nombres quitar o no del callejero zaragozano, y más ahora que PP y Cs, tras la presión de Vox, van a eliminar al Che Guevara del mapa de la ciudad.

Más allá de las propuestas de la izquierda, que pide más cambios, el debate se centra ahora en si retirar las vías Gonzalo Calamita y Miguel Allué Salvador, sobre lo que PP y Cs no se han negado en rotundo. El Gobierno de Aragón mandó en su día al consistorio un requerimiento para eliminar ambas vías e informes argumentando los motivos. Entonces, Fernández (Cs) pidió todavía más información, lo que la izquierda considera que es una excusa para dilatar el proceso y no acatar la Ley de Memoria Democrática de Aragón, aprobada en 2018.

Hasta el momento, tras más de un año desde la primera reunión del grupo, los únicos acuerdos alcanzados por este han sido la retirada del título de hijo adoptivo al general franquista Amado Lóriga y la resignificación de las calles Agustina Simón y Pedro Lázaro, dos personajes sin cargo pero que combatieron del lado de los nacionales.

Por su parte, Fernández defendió la implicación de su Ciudadanos con la Ley de Memoria Democrática pese a los envites de la izquierda, pero no habló de plazos para seguir retirando los vestigios franquistas del callejero.