El número de vecinos de Villafranca de Ebro ingresados con graves problemas gastrointestinales por el consumo de agua en mal estado procedente de la planta depuradora asciende ya a tres. La pasada noche ha sido trasladada al hospital Royo Villanova Ascensión R. U., de 91 años, que presentaba un cuadro de fiebre, vómitos y diarrea, el mismo que ha afectado a una treintena de residentes desde mediados del pasado mes de septiembre, cuando la red de distribución recibió agua no apta par el consumo procedente de la estación de depuración debido a un fallo en el manejo de las llaves de paso, según determinó el Instituto Aragonés del Agua.

Aparte de la nonagenaria, están ingresadas en distintos centros sanitarios de la capital aragonesa otras dos personas, una de ellas una mujer que enfermó el pasado domingo y la otra un varón que se sintió indispuesto a comienzos de esta semana.

De momento, ayer continuó la limpieza de los conductos de agua de la localidad, para lo que se pidió a los vecinos que mantuvieron abiertos los grifos de noche durante unas horas, al tiempo que se vertía cloro con el fin de sanear la red de distribución, en la que, en los primeros días, se detectaron sustancias como amonio, E. coli y alcohol.

Parámetros normales

Sin embargo, los estudios de composición practicados estos últimos días, a raíz de la intervención del Instituto Aragonés del Agua (IAA), arrojan valores «dentro de la normalidad», a falta de determinar, en el avance facilitado del análisis realizado ayer, algunos de los parámetros objeto de medición.

El IAA, por otro lado, informó ayer de que la empresa que gestiona la depuradora de Villafranca, que presta servicio igualmente a Alfajarín y Nuez de Ebro, «ha pedido disculpas por lo sucedido» y ha manifestado que «asume toda su responsabilidad», por lo que « se hará cargo de todos los daños y perjuicios generados».

Por su parte, la alcaldesa de la localidad, Volga Ramírez, señaló que se trabaja en la «desinfección de las tuberías» para recuperar cuanto antes la normalidad. Su gestión ha sido criticada por algunos vecinos que le reprochan «haber reaccionado tarde» ante el brote, una acusación que ella niega rotundamente.

Mientras tanto, los vecinos reciben agua tanto de consumo de boca como para cocinar y la higiene personal, transportada en palés y depósitos por los bomberos de la Diputación de Zaragoza