La escalinata de la Jefatura Superior de Policía de Aragón se han quedado este lunes pequeña en la concentración en apoyo a los agentes del Cuerpo Nacional de Policía que el domingo fueron agredidos, tanto al inspector que recibió una brutal paliza en un bus urbano de Zaragoza como los oficiales que custodiaban a unos detenidos en los calabozos y que fueron apaleados para fugarse. Decenas de agentes y ciudadanos anónimos estuvieron presentes en la protesta. Los sindicatos policiales SUP y Jupol han coincidido en la misma reclamación: agravar las condenas por el delito de atentado contra agentes de la autoridad.

A la convocatoria también se ha unido la delegada del Gobierno de España en Aragón, Rosa Serrano; el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, la concejal de Economía, Carmen Herrarte, y una amplia delegación del PP de Aragón con su presidente regional Luis María Beamonte a la cabeza.

La delegada del Gobierno en Aragón, Rosa Serrano, ha justificado su presencia para "condenar y visibilizar el buen trabajo que hace la Policía, incluso fuera de servicio, aunque lamentablemente existen casos como el ocurrido al agente este pasado sábado". "Los policías no coartan la libertad de nadie" ha proseguido Serrano, y "no interrumpen ningún acto lúdico ni festivo", por lo que siempre que haya actitudes como las que se han vivido en los últimos días, "nuestro gesto será de repulsa".

Por su parte, el secretario provincial del SUP, Ángel Mena, ha avanzado que el sindicato se va a personar en la causa como acusación particular, y a pedir "una condena por delito de odio en las dos agresiones", en referencia a lo sucedido en el autobús urbano y a la paliza que recibió el agente el día 12 de octubre. Ha lamentado que se haya perdido el principio de autoridad y que salga "muy barato agredir a un funcionario público". Además, ha añadido: "No tenemos el respaldo institucional ni del ministro, ni de los partidos políticos, ni de nadie".

Desde otro sindicato policial, Jupol, el responsable de Asuntos Jurídicos, Antonio Elijarde, ha apuntado que los casos de atentados a agentes de la autoridad han subido en las últimos años entre un 20 y 25%. "Las agresiones a los policías salen muy baratas, y deberíamos considerarnos autoridad, incrementando así las sanciones y penas", ha apostillado Elijarde, quien ha remarcado que en muchas ocasiones, los policías "no actúan como deberían por miedo a ser grabados y a la opinión pública" y "parece que se está tomando como diversión agredir a la policía".

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ha recogido el guante y ha afirmado que el Partido Popular ha presentado en el Congreso una medida "para reforzar el carácter de autoridad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado", que se debatirá este jueves. "Ese es el camino", ha enfatizado Azcón, "no solamente la condena unánime de todos los que nos consideramos demócratas y la repulsa más absoluta de este tipo de actividades".

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Las cifras de agresiones a policías demuestran que hay un problema. El 2021 podría cerrarse como 9.000 casos, mientras que en el 2020 hubo 8.500 y en el 2019 otras 6.200. 

Por otro lado, la Policía Nacional pide colaboración ciudadana para detener al agresor de un agente en un bus de Zaragoza. Y es que la agresión al agente en un bus se hizo ayer rápidamente viral y eso ha conllevado que el autor de la brutal paliza, por el simple hecho de instarle a la llevar la mascarilla, esté en paradero desconocido. Se ha escondido para evitar su arresto