La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza ha ordenado esta mediodía prisión provisional para Bilal Moujammi, el migrante marroquí en situación ilegal que agredió brutalmente a un policía en un autobús en Zaragoza, el pasado 17 octubre. La magistrada no le ha impuesto fianza y ha decretado que la prisión sea comunicada. En el interrogatorio judicial ha trascendido que el sospechoso tiene antecedentes por robo en Ibiza.

El sospechoso ha declarado ante el juez esta mañana en la Ciudad de la Justicia que "estaba muy borracho" cuando ocurrieron los hechos y se ha escudado en que por eso no recuerda bien qué pasó.

Asimismo, ha manifestado que, contra lo que refleja la grabación del suceso difundida por los medios, hubo un "encontronazo" o "empujón" poco antes por parte del agente, y que eso provocó su brutal reacción. Ha llegado a pedir incluso que se revisen las imágenes. De hecho, su abogado defensor, Ignacio Sarraseca, ha solicitado formalmente que se pidan a la compañía de autobuses las imágenes grabadas por las cámaras del autobús "en los 30 segundos anteriores".

El encausado ha manifestado asimismo que, tras ocurrir la agresión sintió miedo y decidió huir en autobús a Milán, pero que desistió porque comprobó que había muchos controles policiales, pese a que ya había adquirido el billete. Fue entonces cuando decidió ir a Alicante, donde tiene conocidos, pues ha residido con anterioridad en esa ciudad. Era consciente, ha reconocido, de que su acción había sido grabada.

Posible imputación de un delito de odio

"Se le imputa un delito de atentado a agente de la autoridad y otro de lesiones", ha explicado la letrada de la acusación particular, Pilar Sangorrín, a la puerta del juzgado. La abogada, que se propone ejercer la acción popular en nombre del Sindicato Unificado de Policía (SUP), ha señalado que, en el momento procesal oportuno, imputará a Moujammi un delito de odio.

El ciudadano marroquí fue trasladado ayer a la capital aragonesa desde Alicante, donde fue detenido el lunes por la Policía Nacional. La Jefatura Superior de Policía de Aragón ha informado de que se dará curso al expediente que tenía abierto para una posible expulsión del territorio nacional.

El migrante se encuentra en España en situación irregular y ha trascendido que tiempo atrás fue expulsado de Noruega con la prohibición expresa de entrar en territorio Schengen, debido a la comisión de un robo. Se ha sabido asimismo que en torno al 2019 se hallaba legalmente en España, dado que obtuvo un permiso de residencia a través de una relación de pareja que luego cesó. En su país, Marruecos, no tienen antecedentes policiales, según información obtenida por la intermediación de la administración judicial del país magrebí.

Su reacción cuando un agente le solicitó que se pusiera el tapabocas en un autobús de Zaragoza fue desmesurada. Empezó a dar puñetazos al policía y le propinó una patada en el pecho. A consecuencia de estos golpes, la víctima sufrió un derrame en un ojo y quedó cubierta de magulladuras y contusiones.

Su abogado defensor considera que pudo haber un delito de lesiones, pero no así otro de atentado a la autoridad, "pues el agente no estaba de servicio cuando ocurrieron los hechos", sobre las cuatro de la madrugada, en un autobús de la línea 32.