El Ayuntamiento de Zaragoza quiere restaurar las vidrieras y los elementos decorativos de dos de las capillas del cementerio de Torrero que son de propiedad municipal tras haberlas expropiado. Son dos de las 40 que se construyeron a principios del siglo pasado bajo la dirección del arquitecto Ricardo Magdalena y que están en un mal estado de conservación a pesar del gran valor artístico de las construcciones.

En concreto, en las capillas (que tienen una cripta soterrada) en las que se va a intervenir son la número 16 y en la 20, que son las únicas de las que pertenecen al consistorio que conservan las vidrieras originales.

Fue en 1883 cuando Ricardo Magdalena, el arquitecto municipal por aquel entonces, proyectó la ampliación del camposanto de Torrero, que después plasmó en un nuevo plan en 1896. En este diseño se incluía la construcción de una nueva puerta de entrada, vallas de cerramiento y capillas adosadas a las tapias del recinto.

Delante de cada capilla hay un espacio cercado con un cerramiento de verjas en el cual se sitúan los accesos a las criptas de inhumación, en cada una de las cuales hay seis nichos adosados a las paredes y un osario en el suelo.

Entre los años 2016 y 2019, el Ayuntamiento de Zaragoza se quedó con varias criptas que estaban en estado de abandono y se restauraron la número dos, la cinco (que es la de Ricardo Magdalena) y la diez, quedando pendientes otras cuatro capillas que pasaron a ser propiedad municipal. De estas, dos son las que se van a reparar ahora.

 Ambas capillas tienen ventanales de principios del siglo XX con vidrieras artísticas emplomadas con vidrios impresos y antiguos de importación, tanto blancos como de color.

Las vidrieras están deformadas y los plomos que las sujetan están «en muy mal estado», admite el consistorio en un informe del servicio del área de Urbanismo. Además, algunos cristales «están rotos o ya han desaparecido». «Existe un grave riesgo de caída suponiendo una pérdida importante, ya que muchos no se fabrican y son irrecuperables», dice el texto.

Además de los cristales, cuya restauración correrá a cargo de la empresa Cristacolor –con mucha experiencia en arte religioso–, las brigadas municipales también repararán las verjas y cerramientos externos y las puertas que dan acceso a las tumbas. En otra cripta, además, se llevará a cabo otra reparación menor.

Por otro lado, el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, anunció ayer que el ayuntamiento firmará en las próximas semanas una cátedra con la Universidad de Zaragoza para que los investigadores y alumnos en prácticas del campus público puedan ayudar y aconsejar en labores de rehabilitación y recuperación del patrimonio arquitectónico y artístico del cementerio de Torrero. 

Sanz Briz tendrá un nuevo espacio en el camposanto

El zaragozano Ángel Sanz Briz (1910-1980) tendrá un nuevo lugar de enterramiento en el cementerio de Torrero. En la actualidad, los restos del conocido como ‘ángel de Budapest’ ­–porque salvó la vida de más de 5.000 judíos húngaros durante el Holocausto–, están en una cripta de las que rodean la entrada de la parte vieja del camposanto. Y ahora, con el beneplácito de sus familiares, el consistorio quiere trasladarlos a un lugar «más emblemático» del cementerio «al que todos los zaragozanos puedan acudir para recordar lo que significó en la historia de la humanidad». Aunque el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, prefirió ayer no desvelar más detalles, sí que dijo que será un sitio «en el que los ciudadanos puedan pasear e incluso leer», por lo que se prevé una obra en cierto modo realizada a la imagen y semejanza de otros grandes cementerios europeos hechos para el tránsito de los peatones.