A la concejala de Hacienda, María Navarro, le gusta decir que los datos no mienten, que son objetivos, que son lo que son. Y con los datos uno puede hacerse una idea de las inversiones que se están realizando en los distintos barrios de Zaragoza. PSOE, Podemos y ZeC acusan al alcalde cada vez que tienen ocasión de dar la espalda a la ciudad consolidada, a las calles y plazas de toda la vida, algo que niegan desde el Gobierno de PP-Cs que, por otra parte, cuando ejercían de oposición se dedicaban a criticar todo lo contrario. Entonces, decían, que las abandonadas eran las zonas más pudientes. Mantras de la política.

Atendiendo a las inversiones ejecutadas o en marcha, San José gana por goleada. Este año, el consistorio ha invertido alrededor de 3,3 millones en esta zona de la ciudad que han permitido adecuar las piscinas de La Granja y construir una cúpula geodésica en el parque con el que comparte, o iniciarse la prolongación de Tenor Fleta. De cerca le sigue el distrito Universidad, donde se han realizado actuaciones que ascienden a los 3 millones y que han permitido mejorar el parque grande o las piscinas de Gran Vía y renovar la iluminación de Condes de Aragón. En El Rabal tampoco andan nada mal en inversión, con 1,5 millones durante este año y la reforma de la calle Santiago Lapuente, los Jardines Aguilar Ebro o el área infantil del parque Tío Jorge. Un pellizco más que en Las Fuentes, con 1,4 millones y donde el parque Torre Ramona se ha llevado la mayor parte de la tarta, hasta un millón. 

¿Y qué sucede con el Centro de la ciudad? Que se han hecho obras, llamativas y sonadas, pero más baratas. Las mejoras en el parque Miraflores, en la plaza de los Sitios, los patios de los colegios o la de Santa Engracia han supuesto un gasto de 1,3 millones. Habría que añadir el coste que supone la reforma de la plaza Salamero. Solo para la cubierta del párking subterráneo el ayuntamiento presupuestó en su día 1,5 millones y todavía hay otros dos millones pendientes para el próximo año y otros 10,5 para 2023 que permitirán rematar el proyecto y crear una supermanzana. Ya son 14. 

Cuestión de ciudad o votos

Según Jorge Azcón, es un tópico que la izquierda acuse al centro-derecha de abandonar a los barrios, donde no están «sus electores», que dijo la socialista Lola Ranera durante el debate del estado de la ciudad. La titular de Hacienda, María Navarro, listado en mano, trató de desmontar esta acusación que comparte el PSOE con ZeC y Podemos. Aseguró que La Amozara y el Casco Histórico (que no Centro) van a ser los barrios que concentren el grueso de las inversiones. Es verdad porque entre 2021 y 2022 en La Almozara se desgastarán 20 millones, y 31,2 en el Casco Histórico. ¿Hay truco?  

El grueso de esta cuantía afecta a la reforma del antiguo Cuartel de Pontoneros, donde una empresa privada va a invertir 24 millones para reconvertirla en una residencia. Sin esta suma, serían 7,2 los millones, una cifra bienvenida y envidiable en otros distritos. También destacan los 15,2 millones que otra compañía destinará a construir las piscinas municipales de La Almozara. Dos importantes equipamientos para la ciudad y para estos barrios que de otra manera, aseguran desde PP y Cs, no podrían hacerse. 

En Delicias, entre 2021 y 2022 serán diez los millones que destinará el consistorio, la mitad irán a parar a la primera fase de la avenida Navarra y la otra a las ayudas a rehabilitación, que llegarán a prácticamente todos los distritos de la ciudad tras aumentar la partida que supera los once millones. 

En El Rabal son otros diez los millones previstos para 2022, de los que 4,4 irán a parar a la avenida Cataluña y otros 3,2 a la rehabilitación. Torrero le ganará por cuantía, con 11,3 millones que se invertirán, en gran medida, en la escuela infantil de Parque Venecia (3,5 millones) y la ampliación del parque Pignatelli (5,6).

En Las Fuentes el saldo de 2022 dejará dos millones, a los que se suman los 7 de las viviendas de Fray Luis Urbano, un proyecto que llevan años en marcha pero cuyas llaves serán entregadas en febrero.  

Los que se llevarán la peor parte serán el Actur, con poco más de un millón en dos años Miralbueno y Distrito Sur.