Decían desde el área de Urbanismo que se había alcanzado un «alto consenso» entre los grupos municipales y los colectivos vecinales para impulsar el plan Pignatelli-Zamoray con el que el Ayuntamiento de Zaragoza pretende revitalizar el entorno del barrio, muy degradado y con serios problemas de seguridad ciudadana. Un respaldo que se confirmará en la votación inicial del proyecto durante la comisión de Urbanismo del lunes en la que Vox y ZeC alzarán la mano junto a PP y Cs, mientras que PSOE y Podemos se abstendrán.

Esto significa que el concejal del ramo, Víctor Serrano, sacará adelante, al fin, este ambicioso proyecto a medio-largo plazo que exigirá una inversión de más de 22 millones de euros y que contempla la compra de ocho parcelas, seis de las cuales están edificadas con construcciones en su mayoría con alta degradación para construir vivienda, la remodelación de dos plazas, actuaciones en la escena urbana y «un ambicioso» proyecto de alumbrado público que aporte seguridad y que embellezca las calles. En definitiva, un programa con «partidas presupuestarias específicas en los próximos presupuestos que reflejen inversión real, tanto en materia de vivienda como en escena urbana».

Para este año, se reservaron dos millones de euros para mejorar esta zona. Por ahora «no se ha ejecutado prácticamente nada y hay riesgo de que se pierdan», ha asegurado el concejal del PSOE, Horacio Royo, que ha adelantado que se abstendrán en la votación.

La calle Cerezo del barrio San Pablo. | EL PERIÓDICO

Además de que el proyecto «lleva once meses de retraso», el socialista ha criticado que el plan no se refleja en los presupuestos. Además, ha afeado la decisión del Gobierno de PP-Cs de «restar» competencias a los grupos municipales en la gerencia de Urbanismo, que ya no tendrán capacidad para decidir sobre los proyectos de «obras ordinarias» que plantee Urbanismo inferiores a 200.000 euros.

Otro de los motivos que ha esgrimido el socialista para abstenerse en la votación fue «el incumplimiento» de las promesas del alcalde, Jorge Azcón, que lleva al grupo municipal a no confiar plenamente en que el plan Pignatelli-Zamoray se cumpla. Un proyecto que admitió «ha mejorado, sin duda» porque se han invertido las prioridades, «abandonado» la idea de actuar en primer lugar en la calle Madre Rafols y las plazas de San Lamberto y Forqué, que «no están, ni mucho menos, en mala situación».

Royo lamentó que el Gobierno de PP-Cs no haya aceptado la propuesta del PSOE para que sea Zaragoza Vivienda la que se encargue de la gestión de este plan, que «tiene más capacidad operativa y podría permitir que los 2 millones presupuestados no acaben en remanente de tesorería en caso de no ejecutarse».

El ayuntamiento quiere comprar 8 parcelas para construir vivienda

El Ayuntamiento de Zaragoza prevé adquirir ocho parcelas, seis de las cuales están edificadas con construcciones en su mayoría con alta degradación, que supondrían una superficie total de 1.971 metros cuadrados, que se encuentran en Miguel de Ara, 38; Agustina de Aragón, 7; Agustina de Aragón, 20 (edificado y deshabitado); Agustina de Aragón, 22-24 (de propiedad bancaria); Ramón Pignatelli, 78; Mariano Cerezo, 6; José Zamoray; plaza de José María Forqué, 10 (Sareb); y Escopetería, 1 y 3 (también de la Sareb). También está estudiando la posibilidad de adquirir mediante procedimientos diversos otros inmuebles conflictivos o pertenecientes a propietario único y que se dedicarían a vivienda de promoción pública. En total, destinaría 2,6 millones.

Igualmente, pretende actuar en las confluencias de Pignatelli, Cerezo y Zamoray; y por otra parte la referente a la encuadrada entre Zamoray, Cerezo, Agustina de Aragón y Miguel de Ara. 

A favor

Desde Zaragoza en Común (ZeC) han anunciado que votarán a favor aunque, eso sí, se mantendrán «vigilantes» para que el plan se dote presupuestariamente y no quede en «papel mojado». «Es una victoria de los vecinos a los que este Gobierno ha tardado dos años en escuchar y sentar en una mesa. Aunque llegue tarde es necesario y por eso vamos a estar del lado de las demandas vecinales y las entidades», ha señalado Pedro Santisteve.

Desde Podemos, Fernando Rivarés ha explicado que no existe un calendario de actuaciones, «aunque fuera por trimestres o semestres» ni un presupuesto aproximado en el que se indique qué actuaciones se llevarán a cabo y qué coste tendrán.