Juzgado por estafa el suministrador del granito de la Línea 1 del tranvía de Zaragoza

En plena crisis de 2008, la construcción de la Línea 1 del tranvía de la capital aragonesa era toda una oportunidad para el sector de la construcción. Muy pocas empresas no optaron a los diferentes concursos de licitaciones de obra e incluso alguna se presentó pese a estar en números rojos. Fue el caso de Mármoles y Granitos del Este SL que, a pesar de su situación económica y de no tener cantera propia, fue contratada por la UTE para suministrar de granito los 12,8 kilómetros de los que consta el trazado que une Valdespartera con Parque Goya. Su propietario, Alberto P. P., y de manera subsidiaria la sociedad que dirige, se sentaron ayer en el banquillo de la Audiencia Provincial de Zaragoza por un delito de estafa, apropiación indebida e insolvencia punible. Afronta una condena de 3 años de cárcel y más de 2 millones de multa que solicita la Fiscalía, mientras que la empresa gallega Pavestone, subcontratada a su vez por el encausado, pide 6 años de cárcel por una deuda de 808.391 euros.

La empresa demandante, que trabajó en la reforma del paseo Independencia, le efectuó las primeras entregas de material en agosto de 2010, remitiendo las correspondientes facturas a Mármoles y Granitos del Este, las cuales le eran pagadas mediante pagarés con vencimiento a 105 días contados desde la fecha de recepción de la factura, que inicialmente fueron pagados sin ningún problema.

Pero las acusaciones señalan que, a pesar de conocer las calidades del material que debía entregar a la UTE, según lo convenido en el contrato, «con ánimo de enriquecerse, solicitó a Pavestone materiales de inferior calidad, motivando reclamaciones y rechazos por parte de la UTE a Mármoles y Granitos del Este SL». Estas sirvieron, supuestamente, para justificar el retraso en el pago y posteriormente el impago, llegándose a aprovechar del plazo de vencimiento a 105 días para que su suministrador le siguiera entregando material hasta junio de 2011. El agujero generado en las cuentas de Pavestone ascendió a 808.391 euros.

Una versión muy diferente dio Alberto P. P. ante los magistrados de la Sección Tercera de la Audiencia de Zaragoza, quien señaló que la culpa de las calidades no era suya, sino de Pavestone.

«La UTE del tranvía metió prisa con las obras, el volumen de material que se necesitaba era desproporcionado y tuve que echar mano de proveedores», afirmó el encausado, quien detalló que «pasamos de llevar uno o dos camiones a la semana, a doce».

El encausado aseguró que al principio «todo funcionaba bien, pero, de repente, --la demandante-- empezó a no cumplir con los suministros, especialmente con las tolerancias que se debían cumplir para mantener este tipo de obras».

Señaló que de la campa que se empleaba de almacén se llegaron a retirar «hasta 19 camiones por mala calidad, pero se dejaron más de 180 que la UTE tuvo que triturar» y que el primer preocupado por ello fue él que incluso su empresa trató de suplir los problemas de calidad in situ en la obra, pero que fue imposible