Es difícil que veamos la calle Alfonso con varios metros de agua, barrios como las Fuentes y la Jota inundados y edificios como el Mercado Central y la Aljafería anegados por el Ebro. Una catástrofe que solo ocurriría si se dieran una serie de factores que, afortunadamente para los zaragozanos, son muy poco probables.

César González Cebollada, doctor ingeniero industrial y profesor titular del Área de Mecánica de Fluidos de la Universidad de Zaragoza, ha recreado a partir de programas informáticos cómo quedaría Zaragoza si se produjera la «peor inundación posible». El resultado, en el vídeo Zaragoza Inundada, muestra una posibilidad remota, ya que solo ocurriría si se multiplicara por 17 el caudal de las crecidas del Ebro de 2005, pero impactante. 

Una parte importante de la ciudad, explica César, se encuentra asentada «en una zona inundable». Esta inundación podría ocurrir, bien por causas naturales, como las crecidas a gran escala, o también por la rotura de una presa. Sería en este segundo caso donde se darían «las inundaciones que sobre el papel resultarían más severas». «El caso que he estudiado y que intento mostrar es el más desfavorable posible para Zaragoza. Toda la margen izquierda se vería gravemente afectada con el agua alcanzando el tercer piso de las viviendas», cuenta César. La Almozara, las Fuentes y todo el Casco Histórico también sufrirían los efectos de este hipotético escenario, ya que son las zonas con menor cota de la ciudad. 

"Una parte importante de Zaragoza se encuentra en una zona inundable"

'Zaragoza Inundada' es una «simulación hidrodinámica» para prever las crecidas de los ríos. Más allá del «impacto» que puedan provocar las imágenes, se trata de una actividad con fines técnicos bastante común dentro de la ingeniería hidráulica y se utiliza para establecer qué zonas cuentan con mayor riesgo de sufrir una inundación. Para César, algo «rutinario» dentro de su campo de estudio. Es el primer paso a la hora de «elaborar protocolos y planes de prevención de emergencias» y la información que arroja es «muy valiosa» para los ingenieros y de «interés en términos de seguridad pública».

Esa aplicación técnica, «más allá del impacto visual que pueda producir», es lo que diferencia a Zaragoza Inundada de otras iniciativas similares, como la inundación de la Plaza del Pilar que recreó Greenpeace para concienciar sobre el cambio climático.

«El objetivo, o uno de los objetivos del vídeo, es mostrar formas de visualización avanzada de los resultados que arrojan las simulaciones hidrodinámicas. Las perspectivas en tres dimensiones, el grado de detalle… esta forma de visualizar los resultados es novedosa», asegura. 

Zaragoza Inundada César González Cebollada

Los zaragozanos pueden estar tranquilos pero César, «sin querer alarmar», señala dos elementos que propiciarían la rotura de una presa. El primero, sus propios fallos estructurales al perder seguridad conforme más viejas son las construcciones.

Advierte de otro especialmente peligroso como son las avenidas extremas «asociadas a episodios de grandes precipitaciones» que ocurren con mayor frecuencia por el cambio climático. «Cuando se diseña una presa, se consideran una serie de avenidas máximas que la obra puede aguantar sin peligro. Ahora son más violentas y eso disminuye la seguridad. No lo digo solo yo, es algo en lo que está trabajando todo el sector hidráulico», concluye.