Zaragoza revisará a la baja algunos impuestos municipales después de la votación que se ha producido en una comisión extraordinaria de Hacienda que se convocó para tratar las proposiciones normativas (propuestas) que hicieron el PSOE y Vox en septiembre del año pasado para modificar las ordenanzas fiscales del ayuntamiento. Tras el debate, tenso por el retraso en la tramitación de estos expedientes –un asunto por el que el PSOE ha presentado una queja ante el Justicia–, se ha aprobado reducir, entre otros, el Impuesto de Actividades Económicas (que pagan las empresas que facturan más de un millón de euros); el de construcciones y obras, que pasa del 4% al 3,87%; así como algunas tasas y tributos para establecimientos hosteleros y residencias.

Eso a propuesta de Vox, que insiste en rebajar la carga impositiva sin tener en cuenta, según ha denunciado la izquierda, «el artículo 31 de la Constitución», que establece que la progresividad en el cobro de impuestos.

Rebajas por los comercios

Además, a propuesta del PSOE, se ha acordado bonificar las tasas de agua y basuras a los negocios y comercios que, durante 2020, vieran como sus ingresos caían por encima del 60%. La rebaja será del 40% y se aplicará ya el año que viene. También a petición de los socialistas los coches híbridos pagarán solo el 25% del impuesto de circulación.

Las proposiciones normativas de los grupos, de todas formas, no se harán efectivas de inmediato sino que ahora se someterán a información pública y después los partidos podrán emitir votos particulares para tratar de modificar las propuestas acordadas. Después se tendrían que aprobar en comisión y pleno, por lo que, en el caso de las peticiones de la ultraderecha (que no son bonificaciones sino modificaciones de impuestos) no estarán en vigor hasta el calendario fiscal de 2023.

El debate y la posterior votación, que no necesariamente aprobación, de las proposiciones normativas había sido una exigencia de Vox con la que el portavoz de la ultraderecha, Julio Calvo, metió presión al equipo de Gobierno de PP y Cs tras la vuelta del verano.

Así, Vox anunció a finales de septiembre que no se sentaría siquiera a negociar los presupuestos de 2022 si ese debate no se daba antes de tres meses. Ahora, una vez la concejala de Hacienda ha cumplido, se espera que pronto comiencen las reuniones para perfilar las cuentas del año que viene, que ya van con retraso según critican los grupos de la izquierda.