El pasado miércoles, el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó cambiar el festivo por San Valero, que iba a ser el viernes 28 de enero, por el lunes 31. Con esta modificación, solicitada por el sindicato CCOO, los trabajadores del comercio consiguen tener dos días seguidos de fiesta (domingo y lunes) algo poco inusual en un sector en el que lo común es librar solo un día a la semana. Con la fórmula anterior, tenían libres el viernes y el domingo, con el sábado en el medio, algo que no gustaba a nadie y que, según el consistorio de la capital aragonesa, se fijó por error.

Sin embargo, el cambio aprobado por el ayuntamiento por unanimidad de todos los partidos al considerar la nueva opción como mejor que la anterior, no ha satisfecho a todos los sindicatos. Desde la UGT apuntan que lo idóneo hubiera sido mantener como festivo tanto el sábado 29 de enero, día de San Valero, como el 5 de marzo, día de la Cincomarzada. Así, los empleados del comercio conseguían el año que viene tener dos fines de semana completos libres, algo que no es para nada habitual.

“Cambiar un sábado por un lunes no es lo mismo, no es equiparable. Si seguimos la doctrina del mal menor, pues sí, es mejor que tener fiesta un viernes y un domingo y trabajar el sábado, pero se ha perdido una oportunidad de hacer un guiño a unos trabajadores que siempre están a nuestra disposición cuando los demás estamos descansando”, explica el secretario de Acción Sindical y Comunicación de la Federación de Servicios de la UGT-Aragón, Esteban Lauroba.

Por este motivo, la UGT va a concentrarse el próximo 9 de diciembre frente a las puertas del ayuntamiento para protestar por esta “oportunidad perdida”. “Queremos poner en escena los graves problemas de conciliación que existen en el sector del comercio, aunque también pasa en otros”, afirma Lauroba.

La protesta, además, trasciende del cambio en el calendario de festivos llevado a cabo por el ayuntamiento. Se trata combatir “un problema de fondo” que, según Lauroba, es “el fomento de los hábitos consumistas”. “Los ciudadanos hemos normalizado que, incluso en domingo, nos echen a los centros comerciales cuando tendríamos que estar con nuestras familias o disfrutando de otras formas de ocio. Hasta para las empresas muchas veces no es rentable abrir un festivo y los trabajadores lo saben porque son ellos los que ven lo que hay en la caja.  Lo único que buscan las empresas es fomentar los hábitos de consumo a todas horas y todos los días”, explica este responsable de la UGT en referencia también a los domingos de apertura previos a la Navidad.

En opinión de Lauroba, mantener el sábado como día laborable para el comercio “solo ha buscado beneficiar a los accionistas de los centros comerciales en vez de a los trabajadores”.

La UGT, además, no es el único sindicato que ha mostrado recelos sobre el cambio de festivos en Zaragoza capital. Para OSTA, la rectificación del cambio de festivo “tan solo supone un parche al problema real de conciliación que sufren los y las trabajadoras del sector del comercio”.

“A pesar de que con dicho cambio se van a poder disfrutar de dos días consecutivos de descanso, para el sindicato aragonés el número de aperturas en domingos y festivos siguen siendo elevadas e innecesarias”, critica OSTA en una nota de prensa. “Por estas razones seguirá adelante con la movilización planteada para el próximo día 20 de diciembre, por considerar insuficiente el compromiso institucional con los y las trabajadoras del sector”, zanja la organización.