El fin de semana del Black Friday llena los centros comerciales de España de miles de personas que buscan esa oferta especial para completar en muchos casos la cesta de tempraneros regalos de navidad. Con casi 600 superficies comerciales distribuidas a lo largo de todo el país, Zaragoza es una de las ciudades españoles con mayor diversidad para comprar y pasar un buen rato dentro de las galerías. Sin embargo, existe un público exigente que no se conforma con los centros comerciales modernos y adora regresar al pasado para contemplar una galería modernista mientras sacia su apetito consumista.

En pleno centro de Zaragoza

A pesar de que su nombre oficial sea "Pasaje del Comercio y de la Industria, los zaragozanos reconocen la única galería modernista de la capital aragonesa como El Pasaje del Ciclón. Esta edificación, construida entre 1882 y 1883, toma su nombre de la antigua juguetería que ocupaba una parte de su interior y que fue uno de los últimos comercios en cerrar sus puertas. El Pasaje del Ciclón es una de las primeras galerías modernistas abiertas en España ya que fue construida entre 1882 y 1883. 

La reforma de la Plaza del Pilar y la histórica apertura de la Calle Alfonso I trajo al centro de Zaragoza la demolición de varias manzanas en pleno Caso Histórico. El marqués de Ayerbe todavía mantuvo la propiedad del solar resultante tras las obras y propuso la realización de una galería comercial fijándose en el estilo modernista que estaba triunfando en París. El proyecto fue encargado al arquitecto Fernando de Yarza que se inspiró en el revival clásico fruto de la corriente modernista francesa que también era del agrado de la burguesía española.

Edificio burgués

El edificio contó desde un inicio con los mayores avances de la época con pisos amplios y luminosos, con agua corriente y ascensores. La alta sociedad de Zaragoza no dudó en convertirse en propietario de una de las joyas de la ciudad sin conocer en un principio la relevancia que podría adquirir el gran pasaje comercial construido en el interior.

La galería se concibió como un doble pasaje que se cruza en el centro de la manzana teniendo por lo tanto cuatro entradas: la calle Santiago, Alfonso I, la plaza de la actual Delegación del Gobierno y la propia Plaza del Pilar. 

Lo más sobresaliente del Pasaje del Ciclón a nivel decorativo lo encontramos en las trazas geométricas y florales del techo, así como en las falsas columnas neoclásicas de las paredes, buena parte de las cuales fueron restauradas en 2008 tras muchos años de abandono. 

Con el paso de los años, la tradicional galería comercial del Pasaje del Ciclón ha ido decayendo como el resto del comercio local del Casco Histórico de Zaragoza. Sin embargo, pocas tiendas han sobrevivido al auge de los centros comerciales de la periferia y solamente algunos locales hosteleros se resisten a abandonar uno de los lugares más desconocidos y bonitos de la capital aragonesa.

Zaragoza también puede presumir de contar en el centro de la ciudad con otra joya modernista. El edificio Caja Rural de Aragón situado en el Coso es uno de los mejores ejemplos modernistas que todavía están en pie en todo el país. Ayer, la fachada se iluminó en blanco y rojo en honor a la Asociación de Fiscales.

Edificio de la Caja Rural de Aragón en el Coso de Zaragoza CAJA RURAL

Una de tres

Estas joyas arquitectónicas que en su época eran considerados espacios lujosos y elitistas escasean en todo el territorio nacional. Además del Pasaje del Ciclón en Zaragoza, España cuenta únicamente con otras dos galerías modernistas que todavía se pueden visitar: el Pasaje de Lodares en Albacete y el Pasaje Gutiérrez de Valladolid.