Después de diez meses de paros, la empresa del autobús urbano de Zaragoza, Avanza, y el comité de trabajadores han logrado alcanzar un acuerdo en uno de los muchos temas que se están negociando desde hace meses. Es un paso adelante, un acercamiento en unas negociaciones muy enquistadas que podría suponer la suspensión de los paros previstos para la semana que viene.
Se trata del protocolo de actuación a seguir en el caso de que un conductor comunique al servicio de ayuda a la explotación (SAE) que se encuentra indispuesto y no puede continuar con su labor.
Ha costado más de 50 reuniones que se pongan de acuerdo, aunque se trata de un pequeño avance que en realidad no entra en el fondo del conflicto, que se debe a un desacuerdo sobre la aplicación del convenio colectivo, aunque sí marca un punto de inflexión en las negociaciones, admitió el representante de los trabajadores, Javier Anadón.
La negociación
La crisis económica, el aumento de los precios y la reducción de la facturación como consecuencia de los paros, de hasta 800.000 euros, dificulta todavía más las conversaciones. Lo aseguró el gerente de Avanza, Guillermo Ríos, en una entrevista en EL PERIÓDICO, en la que admitió que el escenario de negociación era ahora mucho más complicado que hace un año, cuando se iniciaron las conversaciones. Pero el comité de empresa no está dispuesto a rebajar sus pretensiones. Al revés.
Está por ver si hoy alcanzan un acuerdo y si los representantes sindicales mantienen los paros convocados para la semana que viene o inician un periodo de tregua para proseguir con las negociaciones, que no se prevén fáciles.
Desde el consistorio descartan contratar a un mediador, como ya se hizo en 2015, ya que consideran que es el SAMA el lugar indicado para proseguir con la negociación del convenio. Desde el primer momento, tanto el alcalde, Jorge Azcón, como la responsable de Movilidad, Natalia Chueca, han defendido que se trata de un conflicto que atañe a la empresa y a sus empleados por lo que deben ser ellos quienes lo resuelvan.
