Dicen desde el Ayuntamiento de Zaragoza que este mes sacarán a licitación varios proyectos, como la reforma de la avenida Cataluña. Que la casa consistorial mantiene su ritmo. Que se ha invertido en las calles de los barrios de la ciudad más dinero en dos años que en los cuatro anteriores. Que hay una operación calles sin precedentes. Y así es, pero se ejecutará entre 2022 y 2023. 

Este año, si se hace balance, hasta el 1 de diciembre la ejecución ronda el 42%, como ha denunciado el PSOE, que ha asegurado que el Gobierno de PP-Cs no ha utilizado ni un céntimo en siete de cada diez partidas

Sucede con la escuela infantil de Parque Venecia. Porque el ayuntamiento no ha utilizado ni un euro de los 87.500 euros que presupuestó. Los mismos que para la redacción del proyecto de las piscinas de La Almozara. O para el plan director de la antigua fábrica de Giesa. En cero euros se quedó la partida de mejoras en la escena urbana, que en su día tuvo 25.000 euros. La misma suerte sufre el Corredor Verde, el Canal Imperial, los polígonos, o los planes de barrios.

Tampoco se ha invertido ni un céntimo en los baños judíos, en el centro de interpretación de la cultura funeraria del cementerio, en la antigua casa Palafox, en las cubiertas municipales de Cogullada, en la Torre de Santa Engracia o en el proyecto de lucha contra el cambio climático y eficiencia energética. 

El ayuntamiento de PP-Cs tampoco ha utilizado los 285.000 euros para la regeneración de los polígonos industriales. O para la mejora del Canal Imperial. Ni un euro de los 2 millones que preveía invertir en el corredor verde. 

Según el informe sobre ejecución presupuestaria, la partida de 50.000 euros destinada a las mejoras en el párking sur de la Expo con las que pretendían ayudar a los vendedores ambulantes tiene un gasto comprometido de otros cero euros. También la de la, cuyo proyecto saldrá a licitación antes de final de año. O la que se reservó para mejorar el camino de Valdeconsejo. De los 60.000 euros previstos para la estrategia de gestión del ruido, el área de Servicios Públicos se ha gastado la friolera de cero euros. 

Otras, como la del plan Pignatelli y Zamoray se han utilizado para otros fines, como la reforma de la plaza Salamero.