El equipo de Gobierno de Zaragoza, tal y como había anunciado el concejal Víctor Serrano el jueves, aprobó este viernes los proyectos de reforma de las calles Agustina de Aragón y Diego Castrillo. Con este trámite ya realizado, lo siguiente será licitar las obras y ejecutarlas. La previsión del concejal de Urbanismo es que ambas actuaciones puedan estar acabadas a lo largo del primer semestre de 2022.

En el caso de Agustina de Aragón, la reforma supondrá una inversión de 331.884, 62 euros y una vez estén licitadas las obras el plazo de ejecución será de dos meses. En esta vía, que fue reformada en 2001, se va a mejorar el mobiliario, la iluminación y el arbolado y cambiará el pavimento. Además, se instalarán parterres lineales y se construirá una fuente en el cruce con las calles Cerezo y Zamoray.

En el caso de Diego Castrillo, las obras costarán 121.400 euros y el plazo de ejecución será también de dos meses una vez se liciten los trabajos. Se sustituirá parte del pavimento, así como la red de saneamiento.

Tras su anuncio, el concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, volvió a pedir confianza a los vecinos de la zona. «Entiendo su escepticismo, pero la realidad es que todo lo que se ha hecho en Zamoray-Pignatelli en los últimos 16 años es lo que se va a hacer ahora. Les pido que no hagan caso ni a la oposición ni al Gobierno. Solo a los hechos», declaró.

Serrano se reunirá el lunes con la asociación de vecinos de la Plataforma de Afectados de El Gancho-Pignatelli, cuyo presidente, Óscar Villanueva, comentó a este diario que su confianza hacia el consistorio es nula. Sin embargo, el responsable de Urbanismo insistió en que para su área y para el equipo de PP y Cs Zamoray-Pignatelli es una «prioridad absoluta».

«El año que viene queremos doblar las partidas destinadas a esta zona de la ciudad y en poco tiempo también aprobaremos los pliegos del plan de iluminación», aseveró Serrano. La culpa de los retrasos, dijo, se debe a que han tenido que comenzar con la redacción de los proyectos «desde cero».