Zaragoza mantiene, en general, unas buenas infraestructuras ciclistas, si bien baja de la segunda a la quinta posición, según un estudio de la Organización de Consumidores Usuarios (OCU) en el que compara el estado de estas infraestructuras en 14 grandes ciudades con respecto al que elaboró en 2013.

En su estudio la OCU valora la apuesta de los ayuntamientos por cambiar el modelo actual de transporte de las ciudades, basado en el uso de combustibles fósiles, altamente contaminantes, por otro en el que los desplazamientos a pie o en bicicleta ganen protagonismo.

El estudio, publicado en la revista Compra Maestra de diciembre, considera que para que una red ciclista sea útil y segura, debe cumplir que sea completa, continua, uniforme, directa, reconocible, tupida y que pase por vías principales y aunque los resultados han mejorado en general respecto a los del estudio realizado en 2013, solo cinco ciudades obtienen una valoración buena o muy buena.

Asignaturas pendientes

En Zaragoza, la falta de uniformidad del carril bici se mantiene como asignatura pendiente ya que, según la calle, los tramos son bidireccionales o, por el contrario, se separan en dos lados distintos según su sentido.

La OCU también ve mejorables otros aspectos de esta red, como la densidad de sus vías, la interconexión entre distintos barrios o la continuidad (la falta de obstáculos y estrechamientos). También considera que la señalización y apariencia de sus vías debe ser reconocible en todo su recorrido, sobre todo en las intersecciones, para saber por dónde seguir.

Respecto a los puntos de servicio público de alquiler de Zaragoza (Bizi Zaragoza), la OCU resalta que están bien ubicados y son razonablemente numerosos: hay 130, 19 por cada 100.000 habitantes, aunque "aún quedan lejos" de los 31 por cada 100.000 habitantes de Barcelona, por ejemplo.

Destaca que son bastante asequibles, ya que un bono anual solo cuesta 37 euros, aunque echa de menos más aparcamientos públicos, ya que solo están disponibles en las estaciones de tren.

Vitoria es la ciudad que más ha mejorado sus redes ciclistas, mientras que Madrid se mantiene en el último lugar entre las catorce grandes capitales analizadas. Tras ella, el segundo lugar es para Sevilla, seguida de Valencia y Barcelona.