Después de más de un año de paros, protestas y decenas de encuentros entre las partes, el comité de empresa y la compañía que opera los tranvías de Zaragoza han firmado este lunes un preacuerdo que, en primer lugar, implica la suspensión de la huelga indefinida que iba a dar inicio este mismo martes. Si bien todavía habrá que esperar para conocer el contenido de lo pactado, este podría ser el inicio del fin del conflicto del transporte público en la capital aragonesa, aunque en los autobuses de la ciudad sí que paran esta semana y hasta el viernes de 12.30 a 16.30 horas.

El preacuerdo se ha firmado a última hora tras una larga reunión que venía precedida por las tres que mantuvieron las partes la semana pasada bajo el amparo del Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje. Después de los encuentros del lunes, miércoles y viernes poco se filtró pero fuentes conocedoras de la negociación sí que asumieron que había habido un cambio en el tono y en el contenido.

Así, el hecho de que se reunieran este lunes, que era día festivo en Zaragoza, y por la tarde, horas antes de que comenzara la convocatoria de huelga indefinida, daba cuenta de que este podría no ser un encuentro más, sino el definitivo. Como acabó siendo.

Sin embargo, por el momento, la huelga está suspendida solo durante dos semanas a la espera de que el preacuerdo pierda el prefijo y se convierta en acuerdo. Para ello, el comité expondrá este mismo martes en asamblea la propuesta negociada con la empresa al resto de la plantilla y será el viernes cuando todos los trabajadores voten en referéndum si les convence o no lo pactado. Si gana el sí, se podrá decir entonces ya que se habrá puesto fin al conflicto en el tranvía, que llevaba encadenando paros desde el 5 de enero de 2021, hace ahora más de un año. La huelga más larga que había habido hasta ahora en el servicio.

Según explicó ayer la empresa tras la reunión en una nota de prensa, el preacuerdo alcanzado implica la firma de un nuevo convenio colectivo que estará en vigor hasta diciembre de 2024. «El acuerdo logrado hoy (por ayer), que significa una vuelta a la normalidad en el servicio de la línea y el final de las repercusiones para los usuarios, concluye una negociación que se alargaba ya más de tres años», rezaba el comunicado de la compañía.

El bus sí que sigue con la huelga

La huelga indefinida suspendida fue aprobada por una mayoría de la plantilla el pasado viernes, en una votación que se celebró antes de una nueva reunión entre los representantes de los trabajadores y la empresa. En el referéndum votaron 58 personas de las 89 que conforman la plantilla y 47 votaron que sí a los paros, diez que no y otra persona en blanco. Habrá que ver hacia qué lado se decanta ahora la mayoría.

Pero si en el tranvía el conflicto tiene visos de terminar, no ocurre lo mismo en el autobús urbano, cuyo comité tiene convocados para esta semana paros desde las 12.30 hasta las 16.30 horas. Comenzaron el lunes y acabarán el viernes y el jueves se reúne la plantilla para determinar que acciones emprender de aquí en adelante si las negociaciones con Avanza no prosperan.