Por segundo año consecutivo, la pandemia ha ensombrecido la celebración de Santa Águeda en Zaragoza. Como ya ocurriera en 2021, los fieles que se han acercado hasta la iglesia del Portillo no han podido besar el relicario que contiene los restos de la protectora de las mujeres, lo que no ha impedido que cientos de personas hayan acudido hasta este templo zaragozano.

En los exteriores de la iglesia, los tradicionales puestos de dulces han notado una menor afluencia que en ocasiones anteriores, si bien esperaban que conforme avance el día las ventas fueran en aumento. "De momento está flojica la cosa", explicaba Sofía, una de las vendedoras. El postre estrella hoy es la teta de Santa Águeda, si bien también se venden rosquillas, barquillos y hasta roscones. "Hay gente muy forofa del roscón que todavía no se ha hartado y le gusta comer muchos días", decía la tendera.

También en la plaza está este año, como el pasado, el puesto de Amac-Gema, la Asociación de Mujeres Aragonesas con Cáncer Genital y de Mama. "La mayoría que vienen sí que se acercan al puesto. Antes nos poníamos dentro de la iglesia, pero con esto del covid no podemos para evitar aglomeraciones. Pero ya saben que estamos aquí", explicaba una de las voluntarias del puesto. A cambio de un donativo, reparten un lazo rosa que muchas mujeres lucían después en la solapa.

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Así se ha celebrado Santa Águeda en Zaragoza, en otro año marcado por el covid ÁNGEL DE CASTRO

Para entrar al templo unas vallas organizan la salida y la entrada, para evitar aglomeraciones. La gente, eso sí, no ha tenido que esperar para entrar a la iglesia, puesto que las filas iban rápidas y no ha habido, por lo menos antes del medio día, una afluencia masiva de fieles. "Este año no hay ni Policía, que otras veces sí que vienen a organizar", decían dos señoras en la plaza del Portillo.

Entre los visitantes, como es tradición, han sido muchas más las mujeres que los hombres. Algunas acudían deprisa, sin tiempo que perder, solo para ver a su Santa y llevarse un recuerdo y la protección de la misma. Otras acudían en grupo, dispuestas a pasar toda la mañana juntas y aprovechar la visita para disfrutar después de una terraza.

"A nosotras nos gusta venir todos los años. Más que devoción es una tradición para nosotras, desde que éramos jóvenes. Ahora nos iremos a tomar unas tapas por aquí cerca. Pero vamos, que a nosotras nos gusta mucho salir, no hace falta que sea Santa Águeda para que nos juntemos", reía Mercedes acompañada por otras cuatro señoras.

Dentro de la iglesia, los visitantes se dividían entre la reliquia y la imagen de la Santa. Este año, por el covid, los fieles apenas podían pasar la estampa de la mártir por el relicario, pero no podían besarlo. En frente, la estatua de Santa Águeda con sus senos en una bandeja era contemplada por numerosas personas.

La iglesia del Portillo estará abierta este sábado hasta las 21.00 horas y habrá misas a las 17.00 y a las 19.00 horas.