Miles de personas se han echado este sábado a las calles de Zaragoza por carnaval en lo que fue la primera fiesta masiva en que recuerda la ciudad desde que comenzó la pandemia. Las ganas eran evidentes y eso se notó en los peñistas, aunque el inicio de la guerra en Ucrania, como no podía ser de otra manera, marcó esta celebración. «Pasadlo muy bien por todos los que no pueden. ¡No a la guerra!», exclamó desde el escenario Jorge Gracia, presidente de la Unión Peñista, antes de que soltaran al Rey de gallos, el acto que tradicionalmente da inicio al desfile. Desde Interpeñas, Eva Cerdán, pidió dejar atrás los dos últimos años.

Minutos antes, los peñistas, con sus disfraces y sus carrozas, se reunían en la plaza San Miguel desde donde partirían más tarde hacia la plaza del Pilar pasando también por la plaza España. «Estamos muy emocionados, la verdad, está siendo un día muy guay pero es verdad que tenemos sentimientos contradictorios. Estar aquí de fiesta y saber que hay una guerra... Pero bueno, volvemos para darlo todo», decía una joven, Natalia Bernal Andrés, de la peña Forca. Y no estaba sola: muchos peñistas lucieron pegatinas y portaron carteles en apoyo a Ucrania contra la guerra.

Su disfraz y el de sus compañeros, por cierto, también estaban ligados con la actualidad: iban de cerditos y portaban carteles pidiendo el cierre de las macrogranjas.

El Rey de Gallos da inicio al desfile de carnaval. Jaime Galindo

Los disfraces, como siempre, fueron muy variados: hubo Freddies Mercurys, títeres, astronautas y marcianos, hippies pidiendo paz, tunos, folclóricos, egipcios y, como no, sanitarios enfundados en sus equipos de protección. «Queríamos hacerles un homenaje», decía una de las participantes. «Hasta última hora no teníamos claro si nos iban a dejar celebrar el carnaval y todo esto que ves lo hemos hecho en 15 días», añadía el presidente de la peña El Rolladero, Carlos Carrera, bajo un cartel en el que se podía leer A Dios pongo por testigo que del covid estoy hasta el higo.

Entre los participantes en el desfile hubo también muchos jóvenes, como es el caso de las jugadoras del Balonmano La Jota, que acudieron todas juntas y disfrazadas igual. Con «entre 14 y 15 años», afirmaron, «había muchísimas ganas». «Somos jóvenes en el auge de nuestra vida», reía el único chico del grupo. «Está siendo fenomenal. Poder estar todas juntas de fiesta después de dos años es genial», comentaba una de ellas. ¿Y el covid? «No sé yo qué pasará después de esto», respondía con media sonrisa mirando a su alrededor, abarrotado de gente.

Un pequeño se entretiene antes de que comience el desfile. JAIME GALINDO

El desfile lo encabezaron los miembros de la asociación colombiana Carnaval de Barranquilla, que con cumbia y mucho color fueron el toque ideal para regresar, esta vez sí, a la normalidad de antes.