Hace un año que el pleno del Ayuntamiento de Zaragoza aprobó la modificación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que permitía convertir los locales comerciales vacíos y sin uso en viviendas, almacenes para la distribución de última milla o aparcamientos. Fue en marzo de 2021 y desde entonces se han transformado 25 locales en desuso en pisos a pie de calle, de las 34 peticiones registradas. 

El concejal de Urbanismo, Víctor Serrano, destaca que las licencias se han solicitado en la ciudad consolidada. Esta medida, que persigue «transformar los locales vacíos» y acabar con esa imagen de «degradación» que generan los establecimientos con la persiana bajada de forma permanente, excluye a las grandes avenidas, el Casco Histórico o las zonas saturadas. 

Según los datos facilitados por el área de Urbanismo, San José es el barrio en el que más ha calado esta propuesta y cinco establecimientos sin uso han pasado a mejor vida. En Delicias se han autorizado cuatro licencias, tres en Universidad y en La Almozara, respectivamente, dos en el Centro, Oliver, Torrero y Arrabal, una en Casablanca y otra en Las Fuentes. En la mayoría de los casos se han transformado en una única vivienda, aunque en un local de grandes dimensiones se han creado cuatro y en tres, otros dos pisos.  

La cifra podría seguir aumentando y actualmente el servicio de disciplina Urbanística está estudiando otros tres expedientes, a los que se suman otras seis peticiones de licencia que fueron denegadas por estar en la malla básica (3), en zona saturada (1) y porque sus dimensiones eran demasiados pequeñas para cumplir el criterio de habitabilidad. 

Para conseguir la licencia hay que cumplir varios requisitos. Para poder utilizar este espacio comercial como vivienda u otros usos primero hay que acreditar que lleva tres años cerrado y sin actividad. Esto se hace para evitar la especulación y que surja un nuevo negocio en la ciudad.

Para garantizar la habitabilidad de las viviendas, tienen que tener como mínimo 55 metros cuadros. Así, si el local tiene 140 metros cuadrados y se quiere dividir en varias viviendas, cada una tendrá que tener un mínimo de 55. Si es de 100 metros cuadrados, tendrá que ser de 45. También se prohíbe que los locales tengan usos de residencia colectiva.

El área de Movilidad tiene por delante el reto de analizar la malla básica, es decir, la catalogación que tienen las calles de la capital aragonesa, como vía principal o secundaria, lo que podría reducir la zona afectada por las limitaciones.