El tortuoso camino de la reconversión de los suelos de la antigua factoría de Averly, en Zaragoza, en un complejo residencial parece haber llegado a su fin. Las grúas, montadas ya en los terrenos, anuncian la llegada definitiva de las máquinas que se encargarán de levantar las primeras 73 viviendas de la constructora Brial, que pondrá así fin a una larga travesía desde que adquirió esta propiedad.

Un punto y seguido, ya que los trabajos comienzan incluso antes de lanzar la comercialización, en plena crisis por la tendencia al alza de los materiales, los paros en el transporte y los desorbitados precios de la energía, y con una demanda incierta que podría retrasar aún más su lanzamiento al mercado. De hecho, la constructora aragonesa pensaba hacerlo en abril y todo apunta a que podría demorarse más.

La empresa rehusó hacer valoraciones al respecto a este diario, aunque reconoció que la obra de construcción de la primera fase del proyecto ya está en marcha. Algo evidente y a la vista de todos los que estos días hayan pasado por la zona. El terreno más próximo a la rotonda de la Ciudadanía, contiguo a la calle Josemaría Escrivá de Balaguer albergarán los primeros 73 pisos de una promoción dividida en dos fases y con un total de de 144 viviendas en esta «microciudad» con usos múltiples que se pretende levantar donde durante décadas se alojó una de las factorías más importantes de Zaragoza, la última que aún quedaba en pie en el centro de la ciudad.

Han pasado diez meses desde que en mayo de 2021 se concediera a Brial la licencia de las obras, en mayo de 2021 durante la pandemia, y varios han sido los aplazamientos que ha tenido que sufrir esta promoción de viviendas de lujo en Zaragoza. Un retraso, el último motivado por la pandemia del coronavirus que ha ido aplazando varias veces el inicio de los trabajos que ahora por fin comienzan.

Y con ello también la fecha prevista para su finalización que, si bien se pretendía para finales de 2023 al obtener la licencia de obras, ahora se tendrá que posponer a mediados o finales de 2024 por las vicisitudes que han vivido en los últimos diez meses. Sobre todo, aseguran fuentes del sector consultadas por este diario, por las dudas que genera la acogida que puede tener en el mercado una promoción de pisos como esta. Por eso no se ha lanzado al mercado ni los precios ni las características de esas 144 viviendas que en los primeros momentos se llegó a hablar de hasta 200.

Esta ha variado ostensiblemente en el tiempo, ya que las conversaciones con el ayuntamiento y la negociación por la definición del plan parcial en esta pastilla y, finalmente, los aprovechamientos y costes añadidos a la urbanización, han dejado la cifra en 144. Las 73 primeras donde están ahora instaladas las grúas y las 71 restantes en la zona de la factoría más próxima al entorno catalogado del recinto, la que es colindante con el jardín decimonónico y la residencia de la familia Hauke, que sigue en pie y con un importante deterioro acumulado por el paso de los años.

No obstante, la licencia obtenida el año pasado era para levantar dos bloques del futuro complejo, con capacidad con hasta 124 viviendas, por lo que esta primera fase debería tener continuidad casi inmediata en cuanto estén acabados los 73 primeros pisos. No obstante, el avance del proyecto dependerá en parte de cómo avance la fase de comercialización, que aún no tiene fecha de inicio ni se publicita en la página web de la constructora.

Porque quizá este proceso tenga mucho que ver con la crisis actual de suministro de materiales, de los paros en el transporte y de los costes de la energía, que desde el sector de la construcción ya alertan que influye de forma decisiva en la ejecución de los proyectos, e incluso alguno podría verse en riesgo en las próximas semanas si prosigue esta escalada de precios.

Al parecer, al margen del análisis del mercado, para analizar si esta promoción puede tener la demanda esperada (con otras obras ya en marcha como la que se construye en los suelos contiguos a la plaza de toros de La Misericordia o, más lejos, en el Barrio del AVE, la cuantía con la que se ponen a la venta es lo más complicado de fijar ahora, en un contexto de tanta incertidumbre por los costes.