No permiten que el precio de la gasolina se asemeje al que había antes de la invasión de Ucrania, que ha disparado (todavía más) el coste del carburante, pero los 20 céntimos por litro que bonifica el gobierno de España alivian los bolsillos de los conductores. La medida adoptada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez para mitigar el encarecimiento del combustible ha generado un pico en la demanda marcado por la confusión, el desconcierto y alguna que otra fila a primera hora de la mañana.
En Aragón, más de 750.000 conductores y cerca de 5.700 empresas de transportistas se van a beneficiar de esta rebaja en el precio del combustible, que va a suponer un ahorro de 77 millones para los aragoneses que desde hace días pagan la gasolina a precio de oro.
En las estaciones de servicio, que ya pueden solicitar el adelanto de la bonificación, todos miraban los carteles informativos con cierto asombro porque los precios siguen por las nubes. «¿Pero no entraba en vigor hoy el descuento de los 20 céntimos?», preguntaban en la gasolinera low cost Autonetoil de Marqués de la Cadena, en la capital aragonesa. El gasolinero tenía la respuesta automatizada: «Sí, no se preocupe, cuando pague», decía una y otra vez Juan Carlos Espino.
Otros llenaban sus depósitos sin saber muy bien cuánto acabarían pagando. «No sabemos qué tenemos que hacer para que se aplique el descuento», decían Marian y Vanesa Conde mientras miraban la pantalla del surtidor con detenimiento en la estación de bajo precio de BonÀrea, en Villanueva de Gállego, hasta donde se trasladaron muchos vecinos de Zaragoza durante el día. Unos conductores que ayer revisaron sus tickets para comprobar si el descuento era real.
Con la ‘L’ de novel en la parte trasera de su coche, explicaba que había pasado de largo por otra gasolinera al ver en el mupi que el precio seguía cerca de los 2 euros. «Pensaba que en los carteles iba a aparecer el precio con el descuento, así que me he venido a esta porque sabía que era más barata», admitía sin saber que pagaría el litro más barato todavía. En esta estación los carteles indicaban que el litro de Súper 95 costaba 1,67 euros, en el surtidor ya aparecía el coste con el descuento, es decir, a 1,47.
Salvo en Marqués de la Cadena, en el resto de gasolineras el descuento se aplica en el ticket, ya que la bonificación se tiene que realizar sobre el precio final. En cambio, en la low cost del barrio del Arrabal se hace en especie y la cuantía correspondiente que se debía descontar al usuario se compensa con más gasolina. Es decir, si uno decide llenar el depósito con 50 euros, la parte generada por la bonificación la recibe en especie, con más gasolina, como si hubiera pagado 56,97.
En una jornada en la que la demanda se ha disparado, ha llamado la atención el cierre de una de las gasolineras más baratas de la comunidad aragonesa, Energy Family, en Plaza. Y es que ha habido establecimientos que han tenido problemas para adaptar sus sotfware y aplicar las bonificaciones.
Repsol, la petrolera con más estaciones de servicio en España, ha sufrido un colpaso como consecuencia de «pico de demanda» y ha tenido que cerrar varias estaciones, también en Aragón. En su caso, a los 20 céntimos de bonificación se añadían los 10 que desde hace unos días ofrece la compañía.
Los camioneros y transportistas esperaban el día de hoy con ansía y con dudas que, por cierto, no han logrado despejar. Es lo que le ha sucedido a Juango Fernández, que se ha dejado la friolera de 450,14 euros llenando su camión en una gasolinera de Plaza. 250 litros a precio de oro. «Imagínate los que tienen capacidad para 800 o 900 litros», decía mientras examinaba su ticket.
En su caso, Repsol no le ha aplicado descuento alguno. «¿Será porque uso tarjeta de empresa y luego lo descuentan?», preguntaba después de haberse llevado otro buen susto con el precio del AdBlue. «La semana pasada el litro rondaba los 65 o 75 céntimos y mira ahora, está a 1,44».
Desde la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (Aesar) reiteran los problemas a los que se enfrentan los propietarios «por la improvisación» del Gobierno. «Algunas estaciones rurales van a tener que cerrar porque no tienen capacidad para adelantar el dinero de la bonificación», apuntan desde la entidad, que asegura que las incidencias, como la de Repsol, son consecuencia de la «improvisación».
