La modificación del proyecto de recuperación de la antigua sede de la CAI, situada en el número 10 del paseo Independencia, va a suponer la creación de una superficie comercial que rondará los 5.000 metros cuadrados en pleno centro de Zaragoza. Ibercaja, la propietaria del inmueble, ha sacrificado un piso de viviendas para poder elevar los techos de las cuatro plantas que se convertirán en tienda.
La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de Zaragoza ya ha aprobado la modificación del proyecto, en el que se plantea la construcción de un total de 30 viviendas de lujo en vez de las 36 proyectadas inicialmente al haberse eliminado una piso entero para ganar altura en las plantas del local comercial.
Así, la joya de la antigua sede de la CAI serán sus bajos, donde se situará un local comercial de cuatro plantas (entre la -1 y la 2). Su ubicación, en plena milla de oro de la capital, su fachada y su superficie han convertido a este inmueble en objeto de deseo de las principales marcas de textil que operan en España, entre las que figuran Primark y h&M. Según ha podido saber este diario, son cinco las grandes firmas que están negociando con Ibercaja su instalación en Independencia.
«El buen resultado que están logrando estos operadores en grandes formatos puestos en marcha en otras capitales como Madrid o Barcelona han elevado su interés por este inmueble», apuntan fuentes del sector. Este cambio de estrategia ha hecho que estos gigantes del textil hayan elevado sus ofertas hasta acercarlas a lo que pedía la propiedad, en este caso Ibercaja.
El nuevo espacio de más de 5.000 metros cuadrados podría tener dueño antes de que concluya el año, aunque todavía «no hay nada firmado», señalaron fuentes conocedoras de la negociación.
Las viviendas ya tienen compradores sin haberse lanzado la oferta
Y si el local está suscitando interés, a las viviendas tampoco les faltan novios. Todavía no se ha lanzado la oferta a los promotores, pero el interés no ha tardado en llegar tanto por parte de varios grupos inmobiliarios de Aragón como desde el ámbito nacional. Además, se da la circunstancia de que grandes patrimonios de la comunidad ya han preguntado por estos inmuebles, que contarán con una superficie superior a los 100 metros cuadrados.
Las viviendas estarán distribuidas entre las plantas 3 y 8 y en la cubierta habrá un gimnasio y una piscina comunitaria. También se prevé la construcción de 111 plazas de garaje y 30 trasteros. El lanzamiento al mercado de esta oferta inmobiliaria llega en un momento en que existe un importante apetito por parte de los inversores, tanto de particulares como promotores.
La fachada del reformado edificio deberá ser más clara que la actual tras requerirlo la Comisión Municipal de Patrimonio
Con respecto a los plazos, la propiedad del inmueble no ha desvelado sus intenciones, si bien, según consta en el expediente que ha dado luz verde a la modificación propuesta por Ibercaja, hay «un año para la presentación del proyecto de ejecución en desarrollo –es decir, en detalle– de la licencia concedida al proyecto básico», que se presentó en el año 2017 y del que ahora se han modificado algunos aspectos.
Desde el primer intento para reabrir y convertir la antigua sede de la CAI, el consistorio ha otorgado dos prórrogas a la presentación del proyecto detallado de la reforma, una vez se había aceptado la propuesta inicial. Pero esta vez parece la definitiva. La cuenta atrás ha comenzado y en 12 meses tendría que haber una hoja de ruta ya marcada.
El futuro proyecto que desarrolle los esbozos iniciales de la reforma deberá tener en cuenta, además, una prescripción impuesta por la Comisión Municipal de Patrimonio Histórico Artístico y fechada el pasado 24 de marzo. Según este dictado, la fachada del edificio, una vez sea reformada, deberá presentar un color más «rebajado» y «ser más claro» que el actual, que es muy oscuro y contrasta con los inmuebles que lo rodean.
