La portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zaragoza, Lola Ranera, ha denunciado este miércoles la "pasividad" del equipo de Gobierno de PP y Cs con el mantenimiento de la depuradora de La Cartuja. Según desveló la socialista, existe un informe de la Confederación Hidrográfica del Ebro en la que se alerta de que "resulta preocupante el estado integral general de la planta", así como "su fragilidad ante cualquier evento o incidente". El documento está fechado el 15 de septiembre, pero no fue hasta el pasado 31 de marzo cuando se compartió con los grupos municipales.

La depuradora de La Cartuja trata "el 80% de las aguas residuales de Zaragoza", ha explicado Ranera, y se construyó en 1993. El año que viene caduca la concesión de explotación de la planta y, según Ranera, desde el Gobierno municipal no se han comunicado los planes que tienen con respecto a esta instalación.

Fue hace ya un año cuando el PSOE ofreció a PP y Cs un pacto para proyectar la renovación de la depuradora de La Cartuja o la construcción incluso de una nueva planta, puesto que la normativa europea en materia de saneamiento de las aguas es cada vez más exigente y tendrían que actualizarse estas instalaciones.

Sin embargo, ha denunciado la portavoz del PSOE, "el alcalde Azcón está utilizando a Ecociudad (la sociedad municipal que se encarga del tratamiento de las aguas y del sistema de tuberías) para acometer la Operación Calles", que va a suponer la renovación integral de siete vías de la ciudad. "Pagamos tasas para que Ecociudad mantenga el saneamiento de la ciudad pero el PP está estafando a los vecinos de Zaragoza y está usando esta sociedad para hacerse fotos y cortar cintas", ha añadido.

Sin embargo, desde el equipo de PP y Cs han explicado que Ecociudad solo se hace cargo de la financiación de las obras del sistema de tuberías en las calles que se arreglan, mientras que el resto, lo que corresponde a las aceras y las calzadas, lo pone el ayuntamiento con sus presupuestos a través de un convenio con la sociedad municipal.

Pero las críticas de Ranera han ido más allá, puesto que ha considerado ni PP ni Cs prestan atención al mantenimiento de la depuradora puesto que, a pesar del elevado coste que supondrá su renovación, no supone el mismo rédito electoral que inaugurar calles. "Tenemos que sentarnos para abordar el modelo de depuración de la ciudad. Hace un año pedimos hablar y aún no tenemos respuesta. Hay que cuidar también la ciudad escondida, esas obras que no se ven, porque tienen que funcionar como un reloj suizo. Y si no podemos tener problemas muy serios", ha declarado Ranera.

El gobierno de defiende

La versión de la oposición no casa, como suele ser habitual, con la del equipo de Gobierno, que ha defendido que desde que el PP se hizo cargo de la presidencia de Ecociudad, aún con ZeC al frente del consistorio, aumentaron las inversiones para el mantenimiento del sistema de tuberías y saneamiento. Desde 2014 se han invertido en esta cuestión más de 34 millones de euros, de los que 26, la gran parte, se ejecutaron de 2018 a esta parte. Para el presente ejercicio se prevé un desembolso de entre 7 y 9 millones de euros.

El informe de la CHE explica también que "el diseño de la planta (de La Cartuja) no permitiría, a priori, mejoras deseables y previsiblemente exigibles a futuro en el contexto de cambio climático y presión sobre las masas de agua receptoras de los vertidos".

"Adicionalmente, las circunstancias sobrevenidas complementarias a la incidencia en el equipo de depuración, como son la influencia de vertidos industriales que vienen a agravar la situación de por sí precaria de la planta, incrementan la preocupación por el devenir de la EDAR (Estación Depuradora de Aguas Residuales) y su grado de eficacia y sobre todo de eficiencia", prosigue el informe de la Confederación.

Por todo lo anterior, dice la CHE, "se deduce la urgente necesidad de valorar alternativas para un tratamiento mayor y más seguro de las aguas residuales de la ciudad de Zaragoza, de forma que se garantice el cumplimiento en todo momento de los límites de vertido exigibles al mayor vertido urbano de la cuenca, el cual cuenta además con una sustancial carga industrial. Esto podría pasar por la sustitución o ampliación de la planta de La Cartuja, y/o por la construcción de una tercera planta de tratamiento en la ciudad, siendo deseable que diera servicio preferentemente a la margen izquierda del río Ebro", concluye el texto.

Asimismo, Ranera explicó que también sería necesaria la construcción de dos tanques de tormenta en la ciudad, que costarían 12 millones de euros. Estas infraestructuras se hacen necesarias para retener las aguas caídas de forma torrencial y que puedan mandadas a la depuradora antes de devolverse al río, puesto que el agua de lluvia arrastra la contaminación ambiental y de las calzadas.

18 millones sin tener en cuenta la depuradora

Así, sin tanques de tormenta, cuando el agua que cae no puede asumirse por parte de la planta depuradora, se devuelve al río sin ser tratada, lo que acaba contaminando los cauces fluviales.

También sería necesario, ha explicado Ranera y según consta también en el informe de la CHE, canalizar las aguas de Peñaflor y conectarla con el sistema general de saneamiento, puesto que ahora las aguas se vierten al Gállego. Esta infraestructura costaría otros seis millones, por lo que sin tener en cuenta la renovación de la planta de La Cartuja o la construcción de una nueva depuradora la cuenta ya asciende a los 18 millones de euros.

Sin embargo, desde PP y Cs han insistido en que sí que están trabajando en todas estas cuestiones. Según el Gobierno municipal, los pliegos para la construcción del tanque de tormentas de San Pablo, en la carretera de Castellón, están cerca ya de licitarse, mientras que ya hay una solución para las aguas de Peñaflor, si bien no será la construcción de una nueva depuradora al considerarse inviable.