En el año 2020, la churrería La Bola de Plata cumplía sus 100 años al pie del cañón. Pero debido a la situación sanitaria como consecuencia de la pandemia del covid, no pudieron celebrarlo como se merecía. Esperaron. Y ha sido en 2022 cuando se ha conmemorado el aniversario de un lugar típico y tradicional de Zaragoza que ha hecho disfrutar a tantas generaciones con sus deliciosos churros.

Esta tarde, la fila para degustar de un chocolate con churros gratis era muy larga frente al solar en donde está la churrería desde hace casi 10 años, en el número 38 de la calle Sobrarbe. La actividad se ofrecía a partir de las 19.00 horas dentro de la programación de las fiestas del barrio del Arrabal.

La expectación era esperable. Porque cuando pensamos en churros, nos viene a la cabeza un puesto andante de feria o una mañanas de domingo, desayunos en familia, 'recenas' de camino a casa o tardes de paseo con chocolate y churros. Este delicioso dulce es parte de nuestra tradición. Y la propuesta de La Bola de Plata ha sido muy bien acogida en el vecindario.

Larga fila para degustar el chocolate con churros en las fiestas del barrio

"Posiblemente seamos la churrería más antigua de Aragón", comentan los dueños del establecimiento

Para entender el origen de esta churrería hay que remontarse a 1920, año en el que el abuelo de Mari Carmen Martínez, Carlos Martínez riojano de nacimiento, fundó la churrería. Mari Carmen y su marido Juan Cruz son los que regentan el negocio actualmente.

Carlos, el abuelo de Mari Carmen, empezó deambulando por diferentes pueblos de La Rioja con sus churros, pero al poco tiempo llegó a Zaragoza y se instaló en una caseta de ladrillo en la Puerta del Carmen. Allí abrió la primera churrería. Con el tiempo, compró un edificio con local en la calle Gil Berges, donde se instaló.

El chocolate ha sido bien recibido a pesar del calor de la tarde

Al cabo del tiempo, la churrería pasó a los hijos de Carlos y la abrieron en El Tubo y posteriormente, y durante 14 años, en la plaza Salamero.

A día hoy, Mari Carmen y Juan Cruz no tienen hijos, pero sus sobrinos no descartan la idea de relevarles al frente de esta centenaria churrería. "Posiblemente seamos la churrería más antigua de Aragón", comentan los dueños del establecimiento.

Entre quienes acudieron a repartir chocolate con churros estaban los familiares y amigos de los actuales propietarios, incluidos miembros de la asociación de vecinos y la presidenta del distrito del Rabal, Lola Ranera, junto a los cabezudos y una charanga que amenizó la tarde de fiesta.