Más de medio centenar de personas procedentes de entidades vecinales, movimientos ecologistas y sociedad civil han protagonizado este domingo una limpieza simbólica del Soto de Cantalobos de Zaragoza en la primera marcha de lo que han denominado como ‘sendero de las toallitas’. El resultado de la marcha ha dejado 200 kilos de plásticos y de este tipo de residuos en "apenas media hora" de marcha a orillas del río Ebro. Esta colecta se expondrá el próximo 25 de mayo en el Joaquín Roncal como parte de una exposición para concienciar a los zaragozanos sobre el valor del reciclaje. 

En este paraje natural de la capital aragonesa se acumulan gran cantidad de este tipo de residuos con las avenidas de los ríos, "quedando retenidas en los árboles" a diferentes alturas, explica a este periódico Mariano Mérida, miembro de la Asociación Naturalista de Aragón (Ansar)

"Como en tantas ciudades, el problema es que tomamos el inodoro como un cubo de basura. La mayoría de los productos higiénicos que se tiran pasan por las depuradoras, pero en los días con mayor caudal, los colectores no pueden llevar el agua allí y se mandan directamente al río", contextualiza Mérida. 

El veterano ecologista asegura que las toallitas son "una de las expresiones" de la "invasión del plástico en nuestra sociedad". "Son un producto muy flexible que se utiliza para gran cantidad de cosas, pero es tal el volumen de consumo, el poco reciclaje y su gran durabilidad que está inundado ríos, mares y suelos", afirma.

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Así ha sido la limpieza ciudadana en la ‘ruta de las toallitas’ del Soto de Cantalobos de Zaragoza

A su juicio, el ayuntamiento y las instituciones deberían tomar la iniciativa para cambiar esta dinámica a través de campañas de concienciación para fomentar el correcto reciclaje, ya que tirar estos residuos por el retrete "es una acción que va en contra del medio ambiente a la propia economía y de la seguridad de las comunidades de vecinos por el riesgo de tapones". "Cada año más de 300 toneladas de toallitas acaban en las depuradoras, y eso implica un coste importante cuando hay que reparar las averías por las obstrucciones que generan", avisa Mérida.

Uno de los colectivos que más interés han mostrado en la conservación del Soto de Cantalobos y que han participado este domingo de manera activa ha sido la Asociación de Vecinos de Las Fuentes. Su portavoz de medioambiente, Diego Luque, subrayó que es una de las "reivindicaciones históricas" del barrio por su proximidad a este paraje. "Queremos que se ponga en valor, que se cuide y que sea visitable. Hay personas que van y observan un deterioro y falta de mantenimiento de este bosque, que se acrecienta con las riadas", reconoce. 

"Nos hemos encontrado con toallitas, pero también con ropa de diferentes épocas. Hemos llenado varias decenas de bolsas, pero es tan solo un 1% de lo que hay. Sería necesario que las administraciones mandaran brigadas de limpieza para proteger, recuperar y mantener de este espacio natural único" , reclama Luque, al tiempo que avisa: "No vamos a parar hasta que no se haga".