La suave brisa con la que se despertó este domingo Zaragoza animó a muchos ciudadanos y visitantes a participar y contemplar la tradicional procesión del Corpus. No era Jueves de Corpus Christi, pero el domingo brilló más que el sol entre la emoción de muchos comulgantes que participaron en la procesión tras la misa presidida por el arzobispo de Zaragoza, Manuel Carlos Escribano. La corporación municipal con el alcalde Jorge Azcón a la cabeza participaron en la procesión de procesiones.
Pasaba media hora de las 12.00 horas y sin una nube en el cielo, la procesión organizada por el Cabildo Metropolitano de Zaragoza y con la importante participación de las cofradías de Semana Santa de Zaragoza salió por la puerta alta de la catedral basílica de la Virgen del Pilar. Las familias de muchos niños y niñas que comulgaron días atrás y que participaron en la comitiva aguardaban en un complejo juego equilibrista de móvil para hacer fotos, y paraguas y abanicos para el calor. No era para menos, sus niños y niñas eran los protagonistas junto a la Custodia de plata que impulsara en el siglo XVI el arzobispo Alonso de Aragón cuando consignó 200 marcos de plata para su realización.
Estos esparcieron pétalos de rosas rojas al paso de la Custodia acompañados por los infanticos del Pilar, que también cantaron. Antes de la procesión, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, subrayó la importancia de «mantener las tradiciones», ya que en este caso, se remonta a años atrás.
«Prácticamente todas las corporaciones del Ayuntamiento de Zaragoza han salido en la procesión del Corpus Christi», recordó el popular Azcón. Además, aseguró que en esta cita participa «quien quiere y los que lo queremos es haciendo uso de nuestra libertad».
«Nadie debería impedírnoslo y que algunos traten de imponer su voluntad a los demás es lo que llama la atención», consideró el regidor de la capital aragonesa.
