El Periódico de Aragón

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Movilidad Urbana

Las pérdidas por la caída de viajeros en el bus alcanzarán los 10 millones en Zaragoza

Quedan un 20% de usuarios por recuperar que se han pasado a la bici, el patinete o se mueven a pie | El consistorio dice que el déficit es mayor que el ahorro por los kilómetros no recorridos por los paros

Una usuaria de patinete saca distancia a un autobús y el tranvía en el paseo Independencia de Zaragoza. | ÁNGEL DE CASTRO

En el Ayuntamiento de Zaragoza calculan que cerrarán este año con un déficit de 10 millones de euros en el transporte público como consecuencia de la pérdida de usuarios desde la pandemia. La demanda actual del bus y el tranvía sigue muy por debajo de la habitual, hasta un 20% respecto a 2019, un porcentaje que ni el consistorio ni las empresas que se encargan de su explotación, Avanza y Los Tranvías, han sido capaces de reducir hasta la fecha por tres motivos principales: todavía son muchos los que desconfían del transporte colectivo por el riesgo al contagio; el hartazgo por las afecciones que generan las continuas jornadas de huelga; y los nuevos hábitos de los zaragozanos para desplazarse, que ahora optan por moverse a pie o en bici y patinete.

La concejala de Movilidad, Natalia Chueca, ha explicado que prevén cerrar el año con unas pérdidas de 10 millones de euros «netos». Una previsión que ha tenido en cuenta el dinero que el consistorio se ahorra con la huelga del autobús urbano.

El contrato del bus, el ayuntamiento paga por cada kilómetro que recorren los vehículos, independientemente de que haya más o menos pasajeros. Esta condición tiene dos consecuencias que juegan a favor y en contra de las arcas municipales.

Por un lado, está generando un importante agujero económico porque son menos los viajeros que pagan por sus desplazamientos y, por lo tanto, menos los ingresos que recibe el ayuntamiento en concepto de viajes. En este caso, hay que destacar que se ha mantenido el servicio al 100%, también cuando la demanda no era ni la mitad de la habitual. Por otro lado, la huelga contribuye a que los vehículos recorran menos kilómetros durante las jornadas de huelga, hasta 105 días de paros desde febrero de 2011. Unos kilómetros que el consistorio no tiene que pagar.

Acumulación de pérdidas

Por ello, Chueca ha matizado que los 10 millones de pérdidas se han estimado «descontando los kilómetros que no se han hecho durante las horas de paros parciales». Lo ha hecho durante la comisión de pleno, en la que el portavoz de Podemos, Fernando Rivarés, ha instado a la concejala a que se compensen los bonos de los usuarios, como ya se hizo en la huelga de 2016.

El Gobierno de PP-Cs ya dijo que era una opción que no entraba en sus planes y Chueca ha vuelto a explicar que el ayuntamiento «no está en disposición de incurrir en más gastos» después de un 2020 con 24 millones de euros en pérdidas solo en el transporte público (23 se costearon con fondos del Estado); un 2021 con 12 millones de déficit y un 2022 que podría superar los 10.

La concejala también quiso aclarar que, pese a que el conflicto en el autobús urbano vuelve a estar motivado por el convenio colectivo, la huelga de 2016 y la actual tienen poco que ver, y ya no solo por la pandemia.

Entonces, en 2016, el volumen de usuarios era del 100%, los servicios mínimos oscilaban entre el 30% y el 33% y los tiempos de espera eran de «una hora de media», mientras que ahora son de «15 minutos» y los servicios mínimos rondan el 60%. Por no hablar de que la demanda de usuario sigue un 20% por debajo. Además, durante las semanas de paros, la caída de viajeros es de un 2% de media.

Compensación de abonos

A Rivarés estas explicaciones no le han servido de mucho y ha recordado que en 2016 fue el PP el que reclamó con insistencia la compensación de bonos. De hecho, Jorge Azcón, en su papel de oposición, criticó que esta medida solo beneficiase a aquellos que poseían títulos, y pidió que se hiciera extensible a todos los usuarios.

La concejala de Movilidad insiste en que «el déficit que genera la pérdida de usuarios es mayor que el ahorro por los kilómetros realizados» así que «no», no habrá compensación.

El ayuntamiento, de la mano de Avanza y Los Tranvías, tiene el reto de recuperar a ese 20% de usuarios que a día de hoy sigue sin utilizar el transporte público. Al menos a parte de ellos, porque un porcentaje importante de antiguos viajeros se ha pasado a la bici y el patinete o, directamente, opta por los desplazamientos a pie. «Aquellos que antes utilizaban el bus para dos o tres paradas ahora van andando», explicó Chueca.

En bici o en patinete

Según un informe realizado por el área de Movilidad, la pandemia ha generado nuevos hábitos a la hora de desplazarse. Ha sucedido en Zaragoza y en prácticamente todas las ciudades, donde la movilidad sostenible, compartida y eléctrica se ha convertido en la mejora alternativa. «No son malas opciones porque son sostenibles», ha respondido la concejala, interpelada por Alberto Cubero, de ZeC, que también ha celebrado que los zaragozanos hayan elegido medios más verdes en lugar del coche.

Pero para que siga siendo la primera opción, según Cubero, es necesario poner más facilidades a los ciclistas y usuarios de patinetes eléctricos, aumentando la red de carriles bici y manteniendo los actuales en las mejores condiciones posibles, algo que, dijo, no estaba sucediendo.

Chueca ha explicado que, con cargo a los fondos europeos, próximamente se ampliará la red cliclable, e incidió en que se han aumentando los carriles pacificados para facilitar los desplazamientos en las dos ruedas.

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