El Ayuntamiento de Zaragoza hace tiempo que descartó hacer una línea 2 del tranvía que uniera el barrio de Delicias con los de San José y Las Fuentes, y con ello también sacrificó otro ambicioso proyecto: la creación de tres grandes intercambiadores en El Portillo, paseo La Mina y Carlos V que acercaran todas las líneas del área metropolitana a un eje urbano de alta capacidad. Pero este objetivo no se ha olvidado y ahora, con la llegada de fondos europeos, se le está dando una vuelta para adaptarse a la nueva realidad.

Una revisión que incluye la reordenación de líneas del Consorcio de Transportes del Área de Zaragoza (CTAZ), la modernización de sus paradas y su conectividad con el transporte urbano en la capital. Una remodelación que convertirá el eje del paseo María Agustín, entre Averly y la Puerta del Carmen, en una renovada «área de intercambio», una especie de estación de autobuses con terminales escalonadas en esos 500 metros que sean referencia en la ciudad.

Esta intervención solo es una parte de un proyecto más amplio que incluye una actuación similar en el triángulo que forman la calle Coso, la plaza San Miguel y el paseo de la Mina hasta Cesáreo Alierta, o que contempla además la ampliación del único intercambiador real que ahora tiene el Consorcio en Zaragoza, el de la plaza Emperador Carlos V.

 Más líneas en Carlos V

En este último, por ejemplo, con el nuevo mapa concesional del bus que ha diseñado el Gobierno de Aragón para su puesta en marcha en 2023, se prevé acometer una ampliación importante, ya que, en su caso, las paradas actuales para las líneas de Zaragoza-Cuarte y Zaragoza-Cadrete-María de Huerva, incorporarán más del triple de rutas. Hasta él llegarán también los usuarios de las que enlazarán la capital aragonesa con Jaulín, Muel, y tres del eje de la carretera de Madrid como los de La Muela, Épila y sobre todo la específica diseñada para la plataforma logística de Plaza, que abandonará así su actual parada en el paseo María Agustín.

Se trata de un proyecto que ha aprovechado los fondos procedentes del plan estatal de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía para obtener financiación, con una subvención de 570.000 euros que ayudarán a sufragar esta intervención integral en las terminales de línea.

Usuarios subiendo a uno de los buses del Consorcio en María Agustín. ANGEL DE CASTRO

En el caso del eje de María Agustín, la gran novedad es incorporar la parada en la calle Marie Curie, cerca de la plaza de toros de La Misericordia y de la plaza del Portillo. Hasta ella se desviarán las líneas que unen Zaragoza con la Ciudad del Transporte, la de San Juan de Mozarrifar y la de Alagón-Pedrola.

La aparición de la plaza del Portillo como final de línea va acompañada de la reconfiguración de todas las terminales de las rutas que recorren el eje de la carretera de Huesca, que abandonan el recorrido circular que les llevaba desde el puente de Santiago a la trasera de la basílica del Pilar para tener el punto final de recorrido en el paseo Echegaray.

Desde allí, los buses deben seguir hasta el puente de Hierro y girar en la margen izquierda para ir a buscar de nuevo la avenida de los Pirineos. En el futuro, su final de recorrido en el centro se trasladaría a esa especie de estación de autobuses en el corazón de la ciudad que supondrá María Agustín y El Portillo. Mejor conectado, en principio, con líneas del transporte urbano de la capital aragonesa con las que poder hacer transbordo.

Mientras, estos más de 500 metros que separan Averly de la puerta del Carmen recibirán la instalación de un renovado mobiliario urbano con más ventajas para el pasajero. «Nuevas marquesinas, elementos de información estática y en tiempo real, señalética específica para los intercambios y zonas de servicios, así como puntos físicos de información al usuario», explicó a este diario el gerente del CTAZ, Juan Ortiz. Un proyecto que, además, busca no solo una mejor conectividad sino también la introducción de herramientas digitales que ofrezcan, por ejemplo, datos actualizados al segundo sobre el servicio.

Los suelos de la estación del Portillo

En este eje María Agustín-Portillo, se abandona de momento la idea de reutilizar los suelos de la antigua estación del Portillo para hacer una estación de autobuses metropolitanos. La idea se traslada a un esquema de paradas diseminadas en estos 500 metros, en las que solo seguirán parando las rutas de Zuera, San Mateo, Utebo, Garrapinillos, Casetas-Sobradiel, y la nueva línea del aeropuerto, que se desdobla de la de Plaza pero mantiene la terminal en el número 7 del céntrico paseo.

En apariencia se podría pensar que baja el número de autobuses a circular por esta saturada arteria principal, pero en realidad el menor número de rutas se compensaría con el aumento en las frecuencias de paso, que buscan ser más competitivas a partir de 2023.

Mientras, en el llamado triángulo de Coso-San Miguel-Cesáreo Alierta, también se introducirán novedades en las terminales de varias rutas. En la plaza San Miguel habrá por primera vez una parada, en la que bajarán los usuarios de la línea diurna de Movera-Pastriz y de las nocturnas de Alfajarín y Pina. Estas últimas, de día pararán en Coso, 118 y en Cesáreo Alierta, 36, respectivamente. Unas terminales que, en el primer caso, también recibirá a los viajeros de las rutas de Villafranca de Ebro y Osera de Ebro, con los de Villamayor teniendo que parar en el número 134. En el otro, finalizarán las de El Burgo y Fuentes.